Todos los partidos aragoneses salieron ayer en tromba a criticar a Podemos por su pulso con el PSOE por ocupar la presidencia de las Cortes tras la decisión del socialista Antonio Cosculluela de dejar el cargo. "Incoherencia", "pataleta de niño chico" o "búsqueda de sillones" fueron algunas de las directas acusaciones a la formación morada, a la que reprocharon desde las filas de la izquierda que pretende "incumplir" ahora el acuerdo que garantizó una mayoría progresista en la Mesa de las Cortes.

En la polémica terció hasta el presidente aragonés , Javier Lambán, quien mostró su disposición a abordar el relevo de la presidencia dentro de las negociaciones para "renovar" el pacto de investidura y negociar los presupuestos de 2017, para lo que dijo se iba a poner en contacto con sus socios de gobierno de CHA y sus aliados de Podemos e IU. El líder podemista, Pablo Echenique, ya le respondió ayer que no tenía sentido sentarse a hablar "sin garantías de que las conversaciones puede ofrecer algo más de lo contenido hasta ahora, incumplimientos".

La portavoz de Podemos, Maru Díaz, y el coordinador del grupo parlamentario, Gonzalo González, dejaron ayer bien claro al socialista Javier Sada que no piensan entrar en un intercambio de cromos y que tienen toda la "legitimidad" para optar a la presidencia de las Cortes. En la primera reunión monográfica para abordar el relevo de la segunda autoridad de Aragón, Maru Díaz trasladó al portavoz socialista que el incumplimiento del acuerdo es responsabilidad única del PSOE. "Lambán garantizó que Cosculluela dejaría la alcaldía de Barbastro, pero ha hecho lo contrario. Con nuestra candidatura respetamos la mayoría progresista en la Mesa", sentenció.

El portavoz socialista insistió en todo lo contrario, incidiendo en que el acuerdo alcanzado por PSOE, Podemos, CHA e IU para que el presidente de las Cortes fuera un socialista seguiría vigente. Y subrayó, como el resto de partidos, que la postura de Podemos supone una contradicción con el nuevo reglamento que debaten los grupos, cuyo borrador establece que ante el cese de un miembro de la Mesa será el partido que lo propuso el que presente a su sucesor.

Sin embargo, Maru Díaz negó que hayan asumido ese nuevo punto del futuro reglamento, ya que lo condicionan a un cambio en el sistema de elección de la Mesa y a la inclusión de un mecanismo para revocar a sus integrantes.

Precisamente el respeto a los acuerdos, incluido el artículo 52 del futuro reglamento, fue el argumento más repetido por el resto de formaciones para afear a Podemos su iniciativa. El portavoz de CHA, Gregorio Britz, consideró "poco serio y riguroso" que el partido morado presente un candidato pese a lo pactado al inicio de legislatura. "Si los acuerdos o los consensos no se respetan, ¿qué hacemos en esta casa?" se preguntó Britz.

El nacionalista, que definió lo sucedido como un "lamentable espectáculo", se mostró dispuesto a ratificar el acuerdo previo para investir a un presidente socialista, si bien exigió "que se hable claro" y que haya una negociación previa.

La cuarta pata del acuerdo que en su día organizó el reparto de la Mesa, Izquierda Unida, mostró ayer su "profundo malestar" por la "crisis institucional" generada con la dimisión de Cosculluela. La diputada de IU, Patricia Luquin, consideró que "la imagen que se está dando es lamentable" y apuntó directamente al PSOE como "el actor protagonista" que debe solucionar el problema. Eso sí, se sorprendió de la polémica surgida pese al nuevo reglamento. "Pensábamos que se había llegado a un acuerdo", apuntó.

La presidenta del PP-Aragón, Luisa Fernanda Rudi, apuntó como causa del pulso Podemos-PSOE "la mala gestión de los resultados electorales" de los socialistas. Según la dirigente popular, Lambán tenía "como único objetivo" alcanzar el Gobierno de Aragón, por lo que no supo asegurar el futuro funcionamiento del Ejecutivo y "encajar las piezas de una manera racional y razonable".

Además, consideró que Cosculluela "debería haber hecho en su momento" la elección entre la alcaldía de Barbastro y la presidencia. No obstante, Rudi afirmó que su partido esperará a ver cómo resuelven el problema los grupos que firmaron el acuerdo de investidura, y solo tras analizar la situación tomarán una decisión.

Desde el PAR también consideraron que deben ser los partidos que rubricaron dicho acuerdo los que resuelvan el conflicto. Eso sí, la diputada María Herrero apuntó que esta disputa es un síntoma de la "debilidad e inestabilidad" del Gobierno socialista. Además, señaló que la presidencia de la Mesa siempre se ha negociado al inicio de la legislatura, aunque ahora Podemos tenga "apetencia de tener un sillón más, el más codiciado del Parlamento".

La portavoz de Ciudadanos, Susana Gaspar, se mostró especialmente contundente contra la formación morada, a la que acusó de montar "pataletas de niño chico para llamar la atención". Gaspar, que calificó de "falta de respeto a la institución" la propuesta de Podemos, criticó que usen la candidatura "como moneda de cambio y presión con no sabemos qué objetivo", y valoró su actuación como "propia de lo que ellos denominan vieja política".