A lo largo del año pasado 186 personas levantaron el teléfono en Aragón para pedir consejo o auxilio a la Fundación de Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo (ANAR). En total la Fundación recibió en 2015 desde la Comunidad 10.231 llamadas a través de sus líneas específicas para menores y para adultos, llamadas que se concretaron finalmente en 186 casos atendidos.

Aunque la mayor parte de los menores que llamaron lo hicieron para tratar dificultades para relacionarse con su entorno, la Fundación alerta de que casi el 20% de los chavales que utilizaron la Línea del Menor en 2015 lo hicieron para denunciar situaciones de violencia intrafamiliar. Un 3,6% de estas llamadas versaron sobre maltrato físico por parte de algún familiar, un 6% sobre maltrato psicológico, un 4,8% sobre posibles casos de abuso sexual y un 4,8% sobre situaciones de abandono. Datos que van en consonancia con el incremento registrado a nivel nacional: en los últimos tres años se han duplicado los casos graves de violencia contra menores registrados por la Fundación.

Entre los adultos que llamaron para pedir consejo al equipo de orientación de ANAR, el 40,8% lo hicieron para informarse sobre el protocolo a seguir ante posibles casos de violencia intrafamiliar o doméstica sobre menores de su entorno, siendo el maltrato psicológico (14,6%) y el físico (9,7%) los principales motivos de preocupación.

Órdenes de protección

Los datos del Registro central para la protección de las víctimas de la violencia doméstica y de género, publicados este mismo mes por el Instituto Nacional de Estadística (INE), revelan que en 2015 se dictaron en Aragón medidas cautelares y órdenes de protección sobre 43 menores víctimas de la violencia doméstica, la cifra más elevada de los últimos cinco años en la Comunidad. El número de víctimas detectadas en 2015 se incrementó un 16% respecto al de 2014, cuando se dictaron medidas para proteger a 37 menores de la violencia en sus hogares y un 79% respecto a 2013, cuando se protegió a 24 menores de edad víctimas de violencia intrafamiliar.

Desde la Fundación ANAR advierten sobre la "realidad escondida" que supone la violencia ejercida sobre menores de edad en sus hogares. Según señalan en su último informe publicado, la violencia intrafamiliar sigue siendo "la más frecuente, la más duradera y la más grave" que padecen los niños y adolescentes en España. "Preocupados por la violencia de género, el bullying o la violencia ascendente, fenómenos todos ellos muy graves que están afectando a nuestros menores de edad, la sociedad ha olvidado y por tanto invisibilizado la violencia intrafamiliar".

En sus conclusiones, el equipo de la Fundación alerta de que desde la familia se están gestando situaciones que incluyen la violencia como forma de resolver los conflictos e insisten en que un menor que recibe violencia "tiende a normalizarla y a reproducir esa violencia con sus iguales, con sus profesores, con sus padres y con sus parejas". Además, el equipo de psicólogos responsable incide en que "un menor con experiencias emocionales dolorosas en su infancia puede desarrollar una inseguridad relacional y problemas de autoestima".