Alejandro Fdez. Furquet: "Debe cumplirse la sentencia de Sijena a las buenas o a las malas"

El fiscal jefe de Zaragoza acaba de jubilarse tras afrontar los casos de corrupción de La Muela y Plaza. Cree que los ciudadanos tienen una buena opinión de la Fiscalía.

El fiscal jefe provincial de Zaragoza, Alejandro Fernández Furquet, recién jubilado de su cargo, en el Paseo de Sagasta.
El fiscal jefe provincial de Zaragoza, Alejandro Fernández Furquet, recién jubilado de su cargo, en el Paseo de Sagasta.
Julián Fallas

Le nombraron fiscal jefe de Zaragoza hace ocho años y le han tocado los casos de corrupción de La Muela y Plaza. ¿Ha sido la etapa más dura de su carrera?


Bueno, ha sido la etapa menos cómoda. Pero hemos tenido la suerte de tener una plantilla con mucha experiencia. El ejemplo de La Muela es muy sintomático porque la fiscal Victoria Esponera lo llevó desde el inicio hasta el final. Vituca ha llevado el 99% del trabajo de ese caso y como ella otros fiscales, con los suyos.


Pero tuvo que crear una fiscalía anticorrupción...


Hace dos años creamos una sección de investigación que dirige Javier Checa y lleva este tipo de delitos, como Plaza. Hasta entonces los casos los llevaban todos conforme les tocaba. Ahora hay otra fiscal con Checa que es Ana Cabeza.


¿Por qué nació la fiscalía de Zaragoza?


Hace ocho años se le ocurrió a Cándido Conde Pumpido (fiscal general del Estado) desdoblar la fiscalía provincial, para la que me eligieron, de la del Tribunal Superior de Justicia de Aragón, para la que nombraron a José María Rivera. Actuar de fiscal hubiera sido más cómodo. Desde que fui jefe no he ido a más juicios, pero todos los días visaba el trabajo de 37 fiscales. Salvo excepciones, no tenía que hacer apenas correcciones. La experiencia de los fiscales (algunos sabían más que yo en alguna materia) es formidable. Yo llevaba una tarea de representación y relación con las instituciones, pero no me ha sido pesado tampoco.


La denuncia de Plaza se presentó en la Fiscalía Anticorrupción. ¿Se escapó o han colaborado?


Había contacto diario entre los de la Fiscalía Anticorrupción de Madrid con los de investigación de Zaragoza. Como Manolo Torralba, que lleva los casos de Medio Ambiente, mantiene contacto con Antonio Vercher, fiscal de sala, o Pilar Cavero, con Bartolomé Vargas, de Seguridad Vial.


¿Cómo acabarán los casos pendientes de Plaza?


No puedo aventurar nada porque aún están en investigación y son complejos.


¿Cree que los ciudadanos están satisfechos con la respuesta de la Justicia?


Creo que hay una opinión buena sobre la Fiscalía. De los jueces no voy a opinar, aunque en Zaragoza es positiva. Quien viene aquí ya es muy experimentado, tanto jueces como fiscales. La ciudad es privilegiada porque llegan con una carrera de quince años. A mí me costó ocho volver a Zaragoza porque estudié aquí desde quinto de bachiller.


¿Su despacho ha estado abierto para todos los denunciantes...?


Siempre ha estado abierto para todo el mundo porque era mi obligación, aunque algunos eran personas extrañas y pude salir como pude toreando el asunto.


Era partidario de la Ciudad de la Justicia pero se quedó a medias.


Quería que se unificara todo, pero como ya estaba hecho el nuevo edificio de la Audiencia no se pudo llevar todo a la Expo. Tuve que dejar siete fiscales para los juicios en la Audiencia


¿Cómo pueden frenarse los asesinatos machistas que se han cobrado tres vidas este año?


Tendrán que revisar los protocolo de seguridad para las víctimas en los lugares de encuentro para dejar a los hijos. Aunque es un caso excepcional y es difícil prever. Es indignante. La fiscal Yolanda Cantón y una funcionaria de la Policía, Pilar Callejero, están entregadas a las víctimas.


¿Abrieron diligencias sobre el caso de la directora de la DGT?


Sí. Aún está en trámites y fue algo de unos cadáveres (utilizados en el laboratorio de Motorland, donde trabaja el marido de la directora de la DGT, María Seguí). La Fiscalía abre unas 200 diligencias de investigación al año en Zaragoza procedentes de denuncias (como ésta) o hasta de anónimos, si hay indicios de delito.


Le llegaron 26 contratos de la DGA y vieron indicios de delito...


Procedían del Tribunal de Cuentas. Son casos complejos, largos de instrucción y necesitan muchas pruebas periciales. Mandamos a los juzgados 13 de los 26 y están en investigación. La Muela tardó ocho años. Lo mejor sería la rapidez si tuviéramos más medios, aunque tenemos la Policía Nacional, la Policía Local y la Guardia Civil muy buenas.


¿Qué le parece la deriva de la sentencia sobre los bienes de Sijena con la Generalitat?


Las sentencias firmes están para cumplirse. Para eso está el Poder Judicial y si no habrán que quitarlo. Si un juez dice que un fallo se ejecute hay que hacerlo por las buenas o por las malas. Para eso están las Fuerzas de Seguridad. No valen discursos sobre si están preparados o no para ejecutarla.


Compartió juzgado con el magistrado Javier Cantero, ponente del caso La Muela. ¿Se consultan? ¿Cuándo habrá sentencia?


La relación personal se mantiene con él y con todos los jueces, pero no hablamos del caso de La Muela. Aun así, creo que la sentencia está bastante avanzada.


¿Se confundió la alcaldesa de La Muela por no llegar al acuerdo?


Hubo conversaciones con la fiscal Esponera, pero no hubo acuerdo y no tuve que visarlo. Es difícil opinar si se confundió. Hay que esperar a la sentencia.


Usted fue un fiscal de delitos fiscales. ¿Han crecido o bajado?


Ahora hay menos delitos fiscales que en los años 90 por la labor excelente de control de la Agencia Tributaria.


¿Cree en el fiscal instructor?

No creo, porque estoy formado a la antigua usanza. Pero la labor diaria va en la dirección de darle la instrucción al fiscal, algo que ocurrió siempre en menores.

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