​Los fabricantes del hielo también saben reinventarse

Un nuevo sistema de secado que evita la formación de escarcha o una aplicación móvil para realizar los pedidos son algunas de las innovaciones de empresas aragonesas

Cubitos, durante su proceso de fabricación
Cubitos, durante su proceso de fabricación
Procubitos

Transparente, suelto, sin escarcha y duradero. Son las cuatro características que definirían hoy el cubito de hielo perfecto. El tamaño y la marca ya es cuestión de gustos. Cada maestrillo tiene su librillo también en el sector del hielo, y la mayoría de los fabricantes lo utilizan para reinventarse, mejorar e innovar en la producción y distribución de uno de los productos alimentarios más cotizados durante el verano. El objetivo es mantener la competitividad y abaratar los costes de producción en un mercado muy especializado.


“El mercado español es el que más hielo consume en Europa. Prácticamente, no hay ninguna población en el país que no tenga un distribuidor que le suministre hielo. Es un negocio que se ha extendido, que cuenta con muchos competidores y que cada vez posee una mayor especialización”, señala Miguel Ángel Vázquez, presidente de la Asociación Nacional de Fabricantes de Hielo Alimentario.


En España, el número de fabricantes de hielo, según la ANFHA, se sitúa entre 350 y 400. En Aragón, el sector también es maduro y sus márgenes, muy estrechos. La mayoría de las empresas productoras se concentran en la provincia de Zaragoza. “Distribuciones Mariano Gambón, Cubitos Aragón, Hielos de Manantial, Frescofrío, Hielos Teruel… son algunas de las principales compañías de la comunidad, a las que se suman varias distribuidoras dedicadas a repartir la mercancía de los fabricantes”, detalla Vázquez.


El carácter estacional de esta actividad se traduce en cifras. Desde la asociación aseguran que en torno al 55% del consumo total de hielo anual se realiza en julio, agosto y septiembre, mientras que el otro 45% resulta de la suma del resto del año. En esos meses de menor demanda, en los que las empresas fabricantes toman aire para afrontar la avalancha de pedidos del verano, es cuando se intensifica la competitividad y las áreas y los responsables de innovación exprimen su potencial.


Frescofrío, que en junio inauguró una nueva planta de producción en Mercazaragoza, ha ido incorporando mejoras técnicas en los últimos años que han culminado con la instalación de un túnel de secado que evita que se forme la escarcha que provoca que los cubitos se peguen entre sí. Además, “con la purificación del agua y el sistema de ósmosis, que reduce la conectividad, logramos que el cubito sea totalmente transparente”, revela Alejandro Puyuelo, responsable de calidad de la compañía. Ambas mejoras se observan muy bien, según Puyuelo, en el hielo picado, que “permanece suelto en la bolsa”. “El hostelero ya no tiene que golpear el envase antes de verter los hielos en la cubitera, lo que implica un trabajo más rápido con un producto entero, suelto y transparente”.


En esta empresa también han apostado por el ahorro de energía en su proceso de fabricación al aprovechar los cubitos de hielo cribados o malformados, incorporándolos a un circuito alternativo para ayudar a enfriar el agua en el sistema, lo que reduce la energía necesaria en comparación con un proceso convencional. Aunque el hielo “parece algo muy simple, es verdaderamente complejo –indica Puyuelo- a nivel industrial, con el mantenimiento de la maquinaria y el almacenamiento del producto en las cámaras, y a nivel de distribución y repartos”.


Durante este mes de julio, en Frescofrío trabajan a pleno rendimiento las 24 horas para fabricar tanto cubitos, como hielo de cóctel y de escama. Cada hora, la fábrica produce 450 bolsas de dos kilos, o lo que es lo mismo, 15.750 hielos por hora y 378.000 al día. “El mes más fuerte siempre es julio”, cuenta el encargado de calidad.Comodidad y rapidez en el servicio

“Todos los fabricantes intentamos realizar mejoras que permitan fundamentalmente reducir costes y aumentar la calidad”, cuenta Miguel Ángel Vázquez, quien también es el director general de Procubitos, una de las principales productoras a nivel nacional y europeo. Estas mejoras abarcan desde la innovación en los procesos de tratamiento y producción, a la mejora en los sistemas de envasado, pasando por la reutilización del agua o las certificaciones en materia de seguridad alimentaria o de control total del producto.


Pero en el sector del agua helada tampoco se olvidan de potenciar el servicio y la atención al cliente –ya sean empresas hosteleras y de restauración, consumidores privados, supermercados y cadenas de alimentación, etc.- como parte de sus fórmulas de diferenciación y fidelización.


Cubitos Aragón creó en 2013 una aplicación móvil que permite a los clientes realizar sus pedidos de forma más rápida. En ella, la empresa garantiza que el pedido llega en un máximo de una hora, y solo es necesario introducir los datos básicos del destinatario y la cantidad demandada. Inés Fernández, responsable comercial de la compañía ubicada en Utebo, se refiere a la comodidad como “principal valor” que intenta satisfacer esta herramienta, con la que “el cliente no tiene que llamar por teléfono y, en casos de emergencia, puede obtener su pedido mucho más rápido”. Actualmente, la aplicación cuenta con aproximadamente 250 usuarios fijos, si bien en verano puede alcanzar los 350.


El sector del hielo en Aragón se encuentra en pleno auge, según Fernández, debido a las “altas temperaturas y al aumento en los hábitos de consumo de bebidas como gin-tonics y mojitos en esta época del año”. Por ello, en Cubitos Aragón trabajan actualmente con una producción de 25.000 kilogramos en tres turnos diarios, y esperan una demanda algo superior a la del verano pasado. Cuando finalice la temporada alta en el sector, esta empresa zaragozana aumentará su producción hasta los 40.000 kg diarios y comenzará a fabricar también hielo en escamas.¿Cómo acertar con las previsiones?

El año pasado, la fuerte ola de calor que se produjo en julio provocó que numerosas productoras de hielo tuvieran que trabajar sin respiro para tratar de abastecer la demanda de hielo. Cuenta Miguel Ángel Vázquez, de ANFHA, que los institutos meteorológicos americanos no acertaron con sus previsiones a largo plazo ya que “no hay ninguna fórmula testada que asegure el tiempo que se va a dar a más de una semana, y esta es la gran dificultad de nuestro sector”.


Como consecuencia de lo ocurrido hace un año, Vázquez asegura que muchos fabricantes han realizado una reserva de hielo en stock para este verano, con los consiguientes costes de almacenamiento que esto supone, y “probablemente, algunos tengan que parar la producción en el mes de agosto para darle salida”. Al ser imposible conocer a ciencia cierta cómo de caluroso será un verano, la mayoría de los fabricantes optan por realizar las previsiones tomando como base las cifras de consumo de años anteriores y la posible nueva clientela que han podido captar durante el año.

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