La semana que viene, las agendas de algunos pediatras de los centros de salud de Aragón ya estarán cerradas, y encontrar sustitutos y relevos para ellos será misión imposible. Los niños que habitualmente tienen asignados serán atendidos (el Salud pide a los padres que llamen directamente a su centro de salud si encuentran problemas al pedir cita por internet), pero no en todos los casos serán vistos por un pediatra.

En los centros grandes, en los que hay más de un especialista en salud infantil, las vacaciones se diseñan intentando que los que hay no coincidan, para que puedan asumir su agenda y la de su compañero de vacaciones. En otros, sobre todo en los rurales, habrá que echar mano de sustitutos que no son especialistas en salud infantil, sino en medicina comunitaria.

Desde la Asociación Aragonesa de Pediatría de Atención Primaria asumen con preocupación una tendencia que se repite ya desde hace años. "No hay pediatras en la bolsa y van a aparecer serios problemas para el recambio de profesionales. En pocos años, se jubilarán un número muy importante de pediatras y, si no se aumentan las plazas de MIR, no habrá suficientes", explica la presidenta de la asociación, Teresa Cenarro, que cree que esto "hace peligrar el modelo de atención primaria en niños que tan buenos resultados en salud y satisfacción del usuario está dando".

El departamento de Sanidad de la DGA reconoce que este es uno de los caballos de batalla en cuanto a recursos humanos. "En los centros en los que no se puede cubrir la ausencia con otro pediatra, suele hacerse con un médico de familia, algo que sucede sobre todo en el medio rural", explican. "De esta forma se organizan también con el resto de profesionales del centro, y hay sitios más pequeños en los que el generalista asume a los pacientes de pediatría", añaden.

En otros casos, cada centro intenta organizarse de la mejor manera posible. En el equipamiento de Valdespartera, por ejemplo, hay seis pediatras, ya que tienen unos 7.000 niños asignados. Dos atienden por la mañana y cuatro por la tarde. "Intentamos que las vacaciones de los dos de la mañana no coincidan, y si ocurre podemos cubrir su agenda con algún generalista con más de diez años de experiencia con niños", explican desde el centro de salud. Por la tarde, aunque alguno descanse, es más fácil repartir la agenda entre todos.

Una carencia generalizada

El problema, que se acentúa cada verano, no es exclusivo de Aragón. La Asociación Española de Pediatría advierte de que se ha convertido en una alerta nacional, y de que ya faltan unos 300 especialistas en toda España.

En nuestra comunidad, actualmente, hay colegiados 373 pediatras: 112 tienen más de 65 años y 90 tienen entre 55 y 64 años, con lo que estarán jubilados en diez años máximo. Es necesario, por tanto, diseñar una estrategia para formar a más, pero tampoco a demasiados como para abocarlos al paro.

No obstante, Sanidad insiste en que esto no repercute en la atención de los niños. En los casos en los que se quiera pedir cita y la agenda aparezca cerrada, se va a incluir un mensaje en la web del Salud Informa (www.saludinforma.es) en el que se recomendará al usuario llamar directamente al centro de salud que le corresponde.