Aragón desarrolla un programa para luchar contra el mosquito tigre

Se trata de uno de los insectos vectores del Zika, aunque en el contexto actual es imposible que se produzcan contagios del virus.

El mosquito tigre es muy molesto por sus agresivas picaduras.
El mosquito tigre es muy molesto por sus agresivas picaduras
iStockphoto/Sopon Phikanesuan

El Gobierno de Aragón ha iniciado un plan para evitar la llegada a la comunidad de uno de los insectos vectores del zika, el mosquito tigre, tanto con controles públicos como con recomendaciones a los ciudadanos, a pesar de que en el contexto actual es imposible que se produzcan contagios del virus.


Estos insectos depositan sus larvas sobre superficies que mantienen cantidades pequeñas de agua durante pocos días, por lo que acciones tan simples como revisar neumáticos o los platos de las macetas para que no depositen agua se convierten en muy efectivas para contener la llegada de esta especie invasora. En la rueda de prensa de presentación del plan, el consejero de Sanidad, Sebastián Celaya, ha insistido en Zaragoza en evitar "alarmas innecesarias" y en lanzar un mensaje de tranquilidad.


Ha explicado que el virus zika es una enfermedad benigna que solamente provoca efectos reales en embarazadas, con la microcefalia del feto, y el contagio es muy difícil, por lo que requiere de muy grandes poblaciones de estos mosquitos que de momento no existen en ningún punto de España.


De hecho, es la costa mediterránea la única que se puede considerar que ha sido colonizada por el mosquito tigre, aunque el riesgo de llegada también proviene de Francia, que también tiene zonas con presencia importante de esta especie.


En Aragón, solamente se constató su presencia el año pasado en Huesca y Monzón, algo que se tendría que confirmar en este. Los casos detectados de virus Zika hasta ahora -176 en España y 13 más otro posible en Aragón- son todos importados.


Para ello, se ha creado un dispositivo de vigilancia desde hace meses para identificar su presencia de manera precoz, para así reducir la población de estos mosquitos de manera más sencilla, y evaluar el riesgo de transmisión de enfermedades como el zika, el dengue y el chikungunya, ha informado el director general de Salud Pública, Francisco Falo.


Este dispositivo, a través de ovitrampas, recipientes para provocar que los mosquitos hembra depositen sus larvas y así poder controlar su población, se ha desarrollado en colaboración con la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Zaragoza (UZ) y se ha colocado especialmente en localidades situadas en torno a vías de comunicación, ya que estos insectos se meten habitualmente a los vehículos para trasladarse a otras zonas.


Además del dispositivo de vigilancia y de la coordinación institucional, también se ha puesto en marcha una campaña de comunicación porque se trata de unos mosquitos viajeros que "vienen para quedarse", como prueba el hecho de que desde Indochina ya han colonizado más de medio mundo.


No obstante, cualquier persona puede adoptar comportamientos y hábitos tanto para evitar sus molestas picaduras, como para que la población de estos mosquitos se mantenga en niveles bajos. El profesor Javier Lucientes, de la Facultad de Veterinaria de la UZ, ha explicado las características de esta especie, la "aedes albopictus", conocida popularmente como "mosquito tigre".


Tienen una gran capacidad de adaptación a ambientes diferentes, de ahí que hayan colonizado buena parte del mundo, y presentan ciertas peculiaridades con otro tipo de mosquitos más habituales en España, como que son eminentemente diurnos, con un periodo de actividad que coincide bastante con el de las personas, y que son más pequeños y vuelan menos, lo que les ha hecho adaptarse y se meten con gran facilidad a los vehículos.


La que pica, la hembra del mosquito tigre, es "muy agresiva", ha recalcado Lucientes, únicamente ataca a personas, ya que en las muestras analizadas de estos insectos no se ha encontrado más que sangre humana, a las que persigue con un vuelo más discreto y más bajo, por lo que conviene especialmente proteger piernas y tobillos en zonas de alta presencia de mosquitos.


Aunque la picadura del mosquito tigre es más molesta que la de otro mosquito común, "no hay manera" de diferenciarla de la de otra especie, ha subrayado, y, además, las reacciones son distintas en función de la persona.


Sin embargo, ha querido llamar a la calma diciendo que cualquiera que reciba una picadura "ni mucho menos tiene que pensar que le van a transmitir nada" y ha recordado que, en este momento, no está confirmada siquiera la presencia de esta especie en Aragón y que, de hecho, es un mal vector del virus zika, que solo acaba transmitiendo cuando hay una enorme aglomeración de estos mosquitos, como el caso de Brasil, donde se produjo la epidemia hace unos meses.


Sí que ha resaltado, no obstante, que es "importantísima" la campaña de información porque, por ejemplo, en Cataluña, lugar donde apareció primero este mosquito en España y donde tiene una mayor presencia, el 80 por ciento de los lugares de cría son propiedades privadas, principalmente urbanizaciones.


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