A principios de mes, Educación anunció que los niños que habían tenido beca de comedor durante el curso pagada por el Gobierno de Aragón, unos 8.500 menores, la verían prorrogada durante el verano. Se anunció también que se iban a firmar convenios con los ayuntamientos de Huesca y Zaragoza (el de Teruel no se quiso sumar) para que ellos se encargasen de sus becados, que se tramitan aparte de los 8.500 asumidos por la DGA.

Este miércoles empiezan las vacaciones escolares, pero el convenio con el Ayuntamiento de Zaragoza sigue sin cerrarse. A pie de aula, los directores de los colegios aseguran que el proceso, "aunque necesario y bien intencionado", se ha visto empañado por "las prisas" y "la falta de información". Lamentan también que, un año más, haya diferencias entre alumnos solo por estar becados por diferentes administraciones, como la DGA y los consistorios. Los primeros tienen derecho a recibir 86 euros tanto en julio como en agosto, pero los segundos no.

No pocos secretarios de centros aseguran que ha sido "un caos" avisar y seleccionar a los beneficiados en menos de una semana. "Ya no solo gestionamos el comedor; ahora también somos trabajadores sociales", ironizan. La carga ha sido directamente proporcional al número de becas de cada centro (algunos tienen 5 y otros, hasta 50), pero Educación explica que ha sido lo más accesible para las familias.

El pasado miércoles, a menos de una semana del fin de curso, los centros recibieron los listados que incluían a los becados de la DGA y se les pidió información de todos los que tienen ayudas de cara a los convenios. Se les dieron cinco

días hábiles para gestionar todo.

En el caso de los becados de la DGA, si el colegio, u otro cercano, ofrece actividades en julio, los chavales podían apuntarse y comer allí de forma gratuita. Pero, lógicamente, muchos no estaban apuntados a este recurso y, aunque tenían la opción, la mayoría de las familias han decidido dar un número de cuenta que los centros han remitido a Educación. La DGA les ingresará 86 euros al mes, que es lo correspondiente al precio del menú escolar. El fondo del que saldrán, que es europeo, aún está por llegar.

"Aquí, los becados de la DGA han dado su IBAN, y no tenemos constancia de que ninguno haya solicitado ir a otro colegio", explicó el director de un centro que no abre en julio. "Además, hemos sufrido quejas de familias becadas por el Ayuntamiento que no entienden por qué ellos no perciben 86 euros al mes", añadió. Algunas de ellas se han quejado también de falta de información.El último año con problemas

Colegios y familias denuncian falta de coordinación institucional, sobre todo en las capitales (Huesca es una excepción). Educación, no obstante, recuerda que el objetivo de alimentar debidamente a los pequeños se va a cumplir este verano y recalca que implantar un modelo más accesible y mejorado, fundamentado con convenios, requiere tiempo y que su disposición ha sido "plena" hacia todos los ayuntamientos.

También hacen hincapié en que la DGA asumirá todas las becas de comedor a partir de septiembre, unas 15.000, al haber relajado los requisitos, y que los ayuntamientos ya no tendrán que aportar nada.

En Teruel, fuentes del Ayuntamiento explican que las negociaciones con la DGA no dieron fruto, y ni siquiera aclaran si abrirán recursos propios ni en julio ni en agosto, ya que "hace dos años se habilitaron y la demanda fue muy escasa". Los becados de la DGA en esta capital sí tienen derecho a actividades, comedor o paga.

En el caso del Ayuntamiento de Zaragoza, parece que el convenio llegará, pero tarde. Educación asegura que ha habido media docena de reuniones entre ellos desde septiembre, pero el consistorio dice que el anuncio del programa de becas les cogió por sorpresa. Ahora, ultiman el convenio, pero el Consistorio ya avanza que, a priori, tiene sus recursos: ayudas de urgente necesidad y el programa de verano Zaragalla. Este se ha ampliado tanto en inversión como en plazas, pero su lista de espera es enorme.

Huesca capital es el único bastión del entendimiento. En este caso, Educación organiza los campamentos urbanos en cuatro colegios –Juan XXIII, Pedro J. Rubio, Pirineos-Pyrénées y Sancho Ramírez–, desde ahora hasta finales de julio y entre el 1 y el 7 de septiembre, y el ayuntamiento lo hace en el centro El Parque, aunque los alumnos pueden elegir. Este último será el único que permanezca abierto en agosto, también con servicio de comedor, tanto para las familias que pagan cuota como para los becados durante el curso, según el convenio entre ambas administraciones.