Unos 45.000 aragoneses menores de 55 años cobran una pensión

Cuando se piensa en un pensionista la primera imagen que viene a la cabeza es la de una persona mayor de 65 años que ha culminado su vida activa. Esto es porque, sin lugar a dudas, este colectivo de edad representa el grueso del total de beneficiarios del sistema de pensiones en nuestro país. Pero no son los únicos. Aunque no siempre se tengan en cuenta, hay pensionistas de 40 años e incluso menores de 25 y hasta menores de edad. De acuerdo con los datos que obran en poder de la Agencia Tributaria, en Aragón habría en torno a 45.000 personas menores de 55 años que cobran una pensión.

La estadística de la Agencia Tributaria incluye a todas aquellas personas que cobran prestaciones no exentas de IRPF, ya sean públicas o privadas, dinerarias o en especie. Se incluyen todas los tipos de pensiones desde las ya mencionadas de jubilación, que son las más numerosas, hasta las de viudedad, orfandad y favor familiar e incapacidad permanente. Los datos más actualizados corresponden a finales del año 2014. Los datos se basan, según refiere la propia agencia, en "una investigación de carácter censal" basada en la declaración anual de retenciones e ingresos a cuenta sobre los rendimientos del trabajo.

Pero los informes del organismo tributario, aunque ofrecen valiosos datos del sistema de pensiones, no son suficientes para hacer una composición de lugar completa del asunto. Para ello hay que recurrir a la Seguridad Social que, como organismo de referencia en este campo, publica cada año amplios informes que complementan los de la Agencia Tributaria. Así, echando mano del trabajo estadístico del departamento que hoy dirige en funciones Fátima Báñez, es posible conocer que el año pasado cerca de 294.360 aragoneses cobraron una paga contributiva. Más de la mitad, unas 184.500, fueron de jubilación. Estas, junto a las de orfandad y favor familiar que llegaron hasta unas 10.200 en 2015, fueron las únicas prestaciones que en tasa interanual subieron. El número de beneficiarios de las de incapacidad permanente y las de viudedad, que llegaron a 23.869 y 75.755 aragoneses respectivamente, experimentó un retroceso con respecto a 2014.

Con estos datos, se pueden concluir que la cifra de pensionistas aragoneses menores de 55 años rondaría actualmente el 15% del total. A nivel nacional, unas 823.000 personas estarían en esta situación. En el grupo de edad de entre 40 y 55 años abundan los perceptores de incapacidades y pagas de viudedad, mientras que entre los menores de 24 abundan las pagas de orfandad.

De 1.059 euros a 403: la diferencia entre las pagas

Pero más allá de conocer el número de perceptores, también resulta interesante conocer cuánto dinero perciben los titulares de estas pagas. El importe medio de las pensiones varía dependiendo del tipo de paga y también del lugar de residencia del perceptor. El año pasado, Aragón estuvo relativamente bien posicionada en todas las pensiones: las cuantías aragonesas fueron superiores a la media nacional, aunque en otras regiones, como por ejemplo Madrid, presentaron mejores datos.

La pensión media más elevada el año pasado en Aragón fue la de jubilación, que se situó en 1.059,68 euros: esta cifra supuso casi 25,2 euros más que en 2014. También superaron la barrera de 1.000 euros mensuales las pagas de incapacidad permanente (se situaron en 1.004,58 euros). Más lejos se situaron las pagas de viudedad y orfandad y favor familiar, estas últimas representaron las de menor cuantía: 403,69 euros al mes de media de acuerdo con las estadísticas de la Seguridad Social.

Las revisiones anuales de estas pagas ha variado bastante en los últimos años dependiendo de su naturaleza. Además, la actualización de las pensiones genera un constante debate político entre el partido que ocupa el gobierno y los de la oposición y las valoraciones de ambos sobre subidas y bajadas no suelen coincidir mucho. En estos días de campaña electoral, estas percepciones han tenido, como no podía ser de otra forma, su papel protagonista. Sin ir más lejos, Manuel Blasco, candidato de la coalición PP-PAR por Teruel, abordó este lunes en una comparecencia pública la situación actual del sistema y su futuro.