Las 'atajos' de los conductores mayores para renovar el carnet de conducir...

Los conductores de mayor edad o los que presentan alguna minusvalía que les puede dejar sin carnet de conducir se enfrentan cada cinco años al mismo reto: superar el reconocimiento médico en los centros habilitados por la DGT. Muchos son conscientes de que sus problemas de salud pueden gastarles una mala jugada, y obtener un resultado negativo que les haría abandonar el volante para siempre.

De ahí que cada revisión sea un difícil trago. Pero la picaresca vuelve a asomar en un sector, el de las revisiones, que en principio debería regirse por unas normas iguales para todos. Aunque es un secreto a voces que la realidad es otra. Algunos centros son más 'flexibles' en la evaluación de las limitaciones de los conductores y son, por tanto, los más buscados.

Así lo denuncian desde la Asociación Española de Centros Médico - Psicotécnicos (Asecemp), cuya sede central se encuentra en Zaragoza. “En general, los centros aragoneses funcionan correctamente, y además contamos con una de las mejores normativas de Europa”, señala su secretario general, Bonifacio Martín. Sin embargo, reconoce que “hay algunos que hacen mal su trabajo”.

En el punto de mira, aquellas empresas de revisión que, para obtener más clientes o por falta de personal cualificado, son menos estrictos en la evaluación a los conductores. Por ejemplo, entre las atribuciones que tienen estos centros se encuentra la posibilidad de acortar el periodo de vigencia de la revisión, fijada en cinco años. Es una medida aplicada habitualmente a las personas más mayores, para tener un mejor control sobre sus facultades.

Sin embargo, según denuncian fuentes del sector, hay centros que nunca llevan a cabo esta restricción. Y los conductores lo saben. Martín lamenta que los centros de reconocimiento “son el único servicio donde el cliente no quiere que hagamos bien nuestro trabajo”, por lo que pide más controles.

De ahí que estén “encantados” con la investigación que lleva a cabo estos días la Fiscalía de Seguridad Vial en Galicia, donde al menos seis centros podrían haber cometido un delito de falsedad en la emisión de certificados de renovación del permiso de conducir, entre otras irregularidades, según adelantó el Faro de Vigo.

El control en este tipo de actividades recae sobre el Grupo de Investigación y Apoyo de Tráfico (GIAT) de la Guardia Civil, encargada a su vez de vigilar los exámenes de conducir. En este caso, su principal reto es evitar la suplantación o el uso de mecanismos ilegales para copiar.

Los conductores más mayores, en el punto de mira

La preocupación por la seguridad vial de los conductores de mayor edad ha ido creciendo en los últimos años. La DGT ha lanzado globos sonda para ver cómo atajar la siniestralidad derivada de los fallos humanos por problemas de capacitación, como la posibilidad de instaurar nuevos exámenes a la hora de renovar el carnet de conducir, cada diez o cinco años.

Las propias autoescuelas han propuesto la implantación de cursos de reciclaje, mientras que los centros de reconocimiento llevan tiempo instando a una reducción del periodo de renovación. “Cinco años es excesivo, y aunque es verdad que nosotros podemos acortarlo, hay muchos centros que no lo hacen”, recuerda el secretario general de Asecemp.

Por su parte, los agentes de tráfico envían a conductores 'dudosos' a una revisión extraordinaria si se observa que no está capacitado para conducir. "Se suele llevar a cabo tras detectar alguna infracción por parte del conductor, como una salida de la vía sin causa aparente o circular en sentido contrario por haberse desorientado”, señalaban fuentes de la Policía Local de Zaragoza

Solo en Aragón ya hay más de 120.000 conductores mayores de 65 años. En España, un 29% de los fallecidos por un accidente de tráfico han superado esa edad. Además, tienen cuatro veces más probabilidades de tener lesiones por un incidente relacionado con el tránsito de vehículos que el resto de la población.