Mover la cabeza de arriba abajo significa que sí. Y moverla de lado a lado quiere decir que no. Son gestos tan comunes que pocas veces con planteamos si en todo el mundo se utilizan igual.

En realidad, ambos están muy extendidos en todo el planeta y la mayoría de los países los utilizan de la misma manera que nosotros. Pero hay excepciones. En algunas zonas del norte de la India y en Bulgaria, se usan justo al revés: mover la cabeza de arriba abajo quiere decir que no, mientras que hacerlo de lado a lado es un gesto de asentimiento.

Grecia también tiene su propio gesto de negación. Consiste en un ligero movimiento de cabeza hacia arriba, mientras se levantan las cejas. A veces, se acompaña de un sonido parecido al de la letra ‘ch’.

El propio Charles Darwin estudio los gestos en las diferentes culturas del mundo, y descubrió otras peculiaridades. Así, según revela en su obra 'La expresión de las emociones en el hombre y los animales' (1972), los abisinios mostraban el ‘no’ girando la cabeza hacia el hombro derecho y lanzando un chasquido de lengua, y el ‘sí’ lanzando la cabeza hacia atrás y alzando levemente las cejas. Por su parte, los dyaks de Borneo movían las cejas hacia arriba para afirmar y fruncían el ceño como gesto de negación.