Ningún colegio aragonés hará un examen para la reválida que exige la Lomce

Los centros enviarán un informe por cada alumno de 6º de primaria y los resultados no servirán para hacer un ranquin.

El Departamento de Educación publicó ayer las instrucciones para la celebración de la prueba de 6º de primaria prevista por la Lomce. La consejera Mayte Pérez anunció que no se negaría a hacer esta evaluación exigida por la ley Wert, pero aseguró que solo organizarían un examen como tal los centros que lo deseasen, y que, a cambio, se articularía un sistema "más acorde" a la evaluación continua.


Ningún colegio aragonés ha manifestado su intención de hacer el examen en un día concreto, así que todos los centros de infantil y primaria públicos y concertados de la Comunidad deberán atenerse a las instrucciones publicadas ayer en la web Educaragon.org.


El modelo sigue a pies juntillas el guión pactado por las comunidades con gobierno del PSOE. Este se resume en tres puntos: una evaluación individualizada a cada alumno, centrada en las competencias lingüísticas, matemáticas y de ciencia y tecnología; que las autonomías (en este caso, Aragón) se encarguen de la aplicación y corrección de las pruebas; y que el Departamento comunique a los colegios cómo realizar este examen y el posterior balance para los padres. Estos informes se llevarán a cabo para ayudar al alumno a mejorar su aprendizaje, "pero no afectarán a su calificación final ni a su promoción". La DGA aseguró ayer que "cumple la ley". De momento, el Ministerio no se ha pronunciado, pero el pasado día 13 de mayo advirtió en la Conferencia Sectorial de Educación de que no descartaba presentar recursos contra las autonomías que no aplicaran la Lomce en su integridad.


Los colegios tienen de plazo hasta el 17 de junio para enviar el documento de evaluación de cada uno de sus alumnos de 6º de primaria (también se han publicado las instrucciones para la prueba de 3º pero esta ha sido mucho menos polémica). En él, el centro apunta en qué nivel está el alumno en cada una de las tres competencias. Todo se completa con una valoración de los resultados que tiene en cuenta el desarrollo durante todo el curso y la progresión del estudiante.


Una vez que concluya el plazo para remitir los informes, una comisión externa que tiene acceso (mediante la plataforma GIR) a más calificaciones del alumno, proyectos y otros datos enviará de regreso al centro la evaluación. Los concertados deberán ser ellos los que completen la documentación. Cada familia conocerá la evaluación de sus hijos, pero no se hará pública.


De hecho, se recoge de forma literal que no podrán usarse para comparar o hacer un ranquin. El punto séptimo dice que "en ningún caso los resultados individuales tanto de alumnado como de centro se harán públicos ni podrán ser utilizados para el establecimiento de clasificaciones" de los colegios.


Los resultados sí que servirán al Departamento para validar a los centros y proponer planes de mejora si se considera que es necesario. Por eso, los responsables de la orientación en las escuelas colaborarán, especialmente en los procesos de interpretación y valoración de los resultados y para marcar objetivos, acuerdos de mejora o cambio educativo, así como en el seguimiento de sus planes de mejora.

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