"Los ciudadanos no admitirían una 3ª vuelta"

Los expertos creen que el electorado va a exigir más responsabilidades y claridad a los políticos antes y después del 26-J, para que en esta ocasión sí que haya un gobierno.

Urnas electorales preparadas para las elecciones del año pasado.
Las urnas volverán a llenarse de votos el 26-J.
Efe

Desde que las pantallas de voto del Congreso de los diputados mostraran, el pasado 4 de marzo, 131 indicativos verdes y 219 en rojo, España camina hacia lo desconocido en el terreno político. Nunca antes había habido una investidura fallida ni una legislatura de poco más de tres meses de duración ni tantos intentos de pactos y confluencias fracasados. Por eso es difícil saber cómo gestionarán los ciudadanos todos estos acontecimientos nuevos a la hora de emitir su voto en las elecciones del próximo 26 de junio.


Hasta a los estudiosos de la materia les cuesta imaginar escenarios, pero señalan que algunas de las claves de estas próximas semanas serán la capacidad de los líderes políticos de movilizar a un electorado en parte desencantado con lo vivido desde diciembre, y de generar propuestas reales y responsabilidad para, esta vez sí, formar un gobierno tras los comicios.


Antonio Eito, doctor en Sociología y profesor de la facultad de Ciencias Sociales y del Trabajo en la Universidad de Zaragoza (UZ), es uno de los expertos que de cara al 26-J resalta, sobre todo, la gran incertidumbre política que vive el país. "Hay muchas incógnitas. Es difícil saber cómo será la participación de los ciudadanos y si cambiará la dirección del voto con respecto al 20-D", sostiene Eito.


Pero si algo tiene claro el profesor de la UZ es que el electorado no admitirá una tercera convocatoria de elecciones. "Los ciudadanos van a demandar mucha claridad en las acciones de los líderes tras el 26-J, además de aspiraciones reales y responsabilidad", explica.


Eito opina que en los próximos comicios va a haber "reconfiguraciones de voto". "Creo que los mínimos militantes de cada formación se mantendrán y que las cosas pueden cambiar sobre todo en la izquierda", señala el profesor, que apunta que estos cambios pueden notarse especialmente en Aragón, con la coalición Unidos Podemos y la decisión de CHA de no presentar candidatura. Pero Eito sostiene que estos cambios "aparentemente" no van a hacer que de las urnas salga una gran mayoría.


Además, la abstención, que el 20-D retrocedió varios puntos con respecto a los comicios de 2011, puede experimentar en esta ocasión un repunte.

"Política gaseosa"

Representantes de todas las opciones ideológicas copan bastantes horas de televisión cada semana en diferentes cadenas generalistas. Un tiempo en el que caben análisis, críticas a otras formaciones y promesas varias. Un bombardeo constante que hoy es la forma de hacer política.


Para Chaime Marcuello, escritor y profesor de Sociología de la Universidad de Zaragoza, los discursos son tantos y tan intensos, que la 'digestión' de los mismos por parte del electorado resulta harto complicado. Algo que califica como "política gaseosa": ideas y propuestas ocupan mucho espacio en poco tiempo pero se esfuman casi tan rápido como llegaron.


"Hoy es muy difícil hacer política a largo plazo. Se trata más de aparecer que de hacer", opina Marcuello, que sostiene que esto influye directamente sobre las opiniones del electorado "que cambian muy rápido". Las cosas en política "necesitan su tiempo" y después del 26-J será el tiempo de "solidificar" todos los procesos que se han ido poniendo sobre la mesa estos meses, añade el profesor.

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