Rajoy: "Al Gobierno de España se debe llegar aprendido y más en un momento tan difícil"

?Rajoy considera que repetir las elecciones es un "disparate", que la crisis ha afectado a muchos españoles y que la solución era la gran coalición.

El presidente en funciones del Gobierno de España y líder del PP, Mariano Rajoy, durante la entrevista.
El presidente en funciones del Gobierno de España y líder del PP, Mariano Rajoy, durante la entrevista.
José Miguel Marco

El presidente en funciones del Gobierno español, Mariano Rajoy, pone a Aragón entre sus objetivos prioritarios para las elecciones generales del 26-J. En una entrevista concedida a HERALDO esta semana el líder de los populares y candidato de nuevo a la Presidencia centra sus mensajes de precampaña y analiza el contexto político nacional y autonómico.


¿Qué ha fallado para repetir las elecciones generales?

Que el PSOE no aceptara una propuesta muy razonable: que gobernara el primero (PP) con el segundo (PSOE) y no nos importaba que se incorporara el cuarto (C’s). Hubiera dado un buen mensaje dentro y fuera de España. No se quiso aceptar y hemos asistido durante cuatro meses a un espectáculo poco edificante. Entiendo que la gente esté molesta, pero nos jugamos mucho y hay que participar en el 26-J.


¿Quién le ha decepcionado más?

El PSOE. Hay varios países europeos donde la aritmética exige la coalición. Un acuerdo PP y C’s era perder el tiempo porque ni ganaríamos la investidura ni podríamos gobernar. No se puede gobernar sin tener mayoría en la Cámara. Lo que planteé al PSOE era muy razonable. Es lo que se lleva en Alemania, Austria y en varios estados nórdicos. Al menos, que nos hubiera dejado gobernar como ha ocurrido en Irlanda. Sinceramente, repetir las elecciones es un disparate.


¿Admite alguna responsabilidad compartida por parte de los cuatro principales partidos?

Lo de la responsabilidad compartida siempre queda bien, la culpa es de todos. Pero en la vida, unos tienen más que otros. Yo no podía hacer otra cosa que la que hice. Solo podía gobernar si llegaba a entendimientos con el PSOE. Con C’s no llegaba y con Podemos es evidente que no. Los socialistas tenían tres opciones: con el PP, que era la mejor; con C’s, que fue por la que optó para nada; y con la izquierda y los nacionalistas que hubiera sido nefasta.


Entonces, ¿qué mensaje nuevo lanza en esta campaña electoral?

Yo a los votantes les voy a decir lo mismo que en diciembre. Hemos presentado nuestras listas y no hemos cambiado a nadie, porque si hace cuatro meses eran buenos no se han vuelto malos en media hora. Y en materia programática, igual. No soy un irresponsable que cambie de opinión cada poco tiempo. Es un programa estudiado y analizado. España hoy no tiene amenaza de quiebra o de rescate, crece y crea empleo.


En cualquier caso, en esta campaña, ¿su adversario es C’s?

No. El enemigo a batir no es nadie. Yo voy a hacer una campaña en positivo. El PP, con sus aciertos y con sus errores, es una opción que conocen bien una gran mayoría de españoles y tenemos la personalidad suficiente para poder hacer una campaña diciendo cómo vemos España, qué hemos hecho y sobre todo qué vamos a hacer en el futuro.


¿Le ha sorprendido la alianza Podemos e IU? ¿Cómo valora las consecuencias que puede tener para el PSOE y para las opciones de una gran coalición?

No me ha sorprendido nada. Esta opción es mala para España y está basada en planteamientos políticos ya superados. El PSOE cometió una equivocación al darle alcaldías en muchas ciudades importantes a pesar de que el PP ganó las elecciones. Y pienso que Europa no va por ahí. Esta coalición es negativa y peligrosa para los intereses de los españoles.


¿Qué ha pasado para que el PP y el PSOE, los dos partidos mayoritarios, tengan tanta pérdida de votos? ¿Qué factores han influido para que esto suceda?

Es muy difícil concretar. Es la suma de muchos y un problema que se extiende a toda Europa. Se han producido cosas que han decepcionado a mucha gente, la crisis ha sido muy fuerte y hay muchas personas perjudicadas. La crisis de los refugiados también ha causado problemas y algunas de las decisiones de la UE no se han entendido. Nadie tiene el patrimonio de hacer las cosas bien, pero España es uno de los cinco países del mundo en los que más ha aumentado la renta per cápita en los últimos cuarenta años. Y tiene un sistema público de pensiones y de sanidad como nadie.


¿Y los casos de corrupción, que tanto están afectando a su partido, no es uno de los factores de perder votos?

Sí, también. Sin duda nos ha hecho mucho daño a nosotros y al PSOE. A los demás no, porque no han gobernado nunca. Mi gran objetivo para los próximos cuatro años es llegar a los veinte millones de personas trabajando, pero el segundo es que los casos de corrupción se conviertan en historia. Hemos tomado muchas decisiones de tipo legislativo. Hemos apartado a mucha gente que hizo lo no debido. Todos los jueces, fiscales, agencia tributaria, guardia civil y policía han actuado con absoluta independencia, como ha quedado acreditado.


¿Eso implica también un proceso de renovación del PP?

Eso no tiene nada que ver con la renovación del PP. Eso sería otra cosa.

Le hablo de los casos de corrupción que se han vivido en los últimos años.

Bueno, hay mucha gente que se ha ido, pero este es un partido bien ordenado. He hecho ya dos relevos generacionales, sin apartar a gente muy válida. Hace menos de diez años ni Dolores de Cospedal ni Soraya Sáenz de Santamaría eran conocidas. Y he dado paso a otra generación: Andrea Levy, Fernando Martínez Maíllo, Javier Maroto o Pablo Casado. Es bueno combinar experiencia, conocimiento y gente que tiene otro tipo de ganas e ilusiones. Pero al Gobierno se debe llegar aprendido. No se puede llegar a aprender y menos en un momento tan difícil como éste.


Si tras el 26-J se mantiene un escenario político como el actual, ¿hasta qué punto está dispuesto a dar un paso atrás para facilitar la gobernabilidad?

Mi persona no tiene nada que ver con la gobernabilidad. Hay una cosa muy importante: respetar la voluntad de la gente. Si el que gana las elecciones se tiene que ir, los que la pierden, qué tienen que hacer. Un poco más de seriedad y equilibrio sería muy deseable en la vida política española.


Respecto al crecimiento económico, los organismos internacionales vaticinan que España crecerá por debajo de sus previsiones. ¿Viene otra recesión o se debe a la inestabilidad política?

La crisis fue letal. Hubo cinco años seguidos de crecimiento negativo y seis de destrucción continuada de puestos de trabajo. En 2014 fue el primero con mejora y crecimos el 1,4% y en 2015 fue el 3,2% y se creó empleo. Y en 2016, nosotros creímos que subiríamos el 3%, pero hemos ajustado al 2,7%. Pero el dato del primer trimestre de este año, una mejora del 0,8%, es muy bueno. Este año, aunque no cambiemos nuestra previsión, podemos crecer un poco más. Es verdad que la incertidumbre política no es lo mejor, pero están aprobados los presupuestos 2016 y hay una cierta dinámica que no se rompe en un día. La clave es un Gobierno que sea capaz de construir una mayoría y que no dé saltos en el vacío.


Pero el incumplimiento del objetivo del déficit que marcó la UE podría derivar en sanciones y además habría que realizar recortes, lo que afectaría a las previsiones de crecimiento.

El objetivo del Gobierno es triple. Primero, seguir reduciendo el déficit público (ha bajado al 5%). Segundo, crecer (un 3,2% en 2015). Y el tercero y más importante, crear empleo. El déficit estará por debajo del 3% en 2017. Yo creo que el que debe es menos libre. Llegamos al Ejecutivo con un déficit del 9,3% y en una sola legislatura lo hemos bajado al 5%. No ha sido fácil, los dos primeros años estábamos en recesión.


El Gobierno apenas ha desarrollado los proyectos de Aragón que anunció en 2011. ¿Cómo lo va a explicar en esta campaña?

Todos los españoles saben, y los aragoneses también, que la legislatura pasada fue de auténtica emergencia económica. En 2011, a la semana de llegar al gobierno, tuvimos que hacer un plan de choque para evitar la quiebra. La situación del país era desesperada. Y lógicamente la inversión pública se resintió porque primero había que pagar pensiones, desempleo..., cuestiones que eran absolutamente prioritarias. Dicho esto, es injusto que se diga que no se ha hecho nada. Aragón ha pasado de ser la segunda comunidad peor tratada en 2011 con un gobierno del PSOE, a la sexta mejor tratada, gracias al PP. De hecho se ha avanzado en obras del Pacto del Agua, se han reactivado proyectos paralizados desde 2010, se ha mantenido el FITE... En fin, se ha hecho mucho más de lo que se hizo en otras legislaturas en las que había más recursos disponibles.


La mayoría de las inversiones de Fomento se han ido al Levante y a Galicia y en Aragón se han quedado sin ejecutar los desdoblamientos de la N- 232 y la N-II, las autovías del Pirineo, las líneas férreas de Canfranc y la de Zaragoza-Teruel-Valencia. ¿Por qué ha pasado?

El Ministerio ha invertido en Aragón 1.500 millones de euros en la legislatura pasada. Y este año 2016 –gracias a que dejamos hechos los presupuestos– se invertirán otros 400 millones. Dicho de otra forma y para no discutir obra a obra, creo que se debe hacer un balance equilibrado, ver las circunstancias que había y los resultados, y ese balance no es tan negativo.


¿Por qué no se ha reformado el sistema de financiación autonómica para corregir los desequilibrios producidos por la despoblación, la dispersión y el envejecimiento de la población en educación, sanidad, dependencia y servicios sociales?

Entiendo lo que me dice porque soy gallego y allí pasa exactamente lo mismo. Dicho lo cual, el asunto de la financiación autonómica es una de las cuestiones políticas más complicadas. Cada comunidad tiene sus características y quiere que sean reconocidas; además, nadie está dispuesto a salir perdiendo. Para ello es necesario que existan recursos, circunstancia que como todo el mundo puede entender, hasta ahora no se ha producido; sin dinero era absurdo abrir ese proceso. Permítame decirle un par de precisiones: yo voté en contra de este sistema aprobado por el PSOE en 2009 y quienes más se quejan ahora son quienes aprobaron entonces un modelo que perjudica a Aragón porque suprime baremos que sí estaban en el aprobado por el PP en 2002.


¿Había motivo para que el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, arremetiera contra Aragón y Extremadura por incumplimiento del déficit y la demora en el pago a proveedores?

El Gobierno tiene la obligación de velar por el cumplimiento de la ley; la que nos obliga a reducir el déficit y a pagar a los proveedores en tiempo y forma. Eso no es arremeter contra nadie.


¿Por qué no ha recibido al presidente de Aragón, Javier Lambán, desde que tomó posesión en julio de 2015?

No ha sido por falta de voluntad sino por falta de ocasión. Coincidí con él en la inauguración del embalse de San Salvador y fue un acto muy agradable.


La aplicación de la Lomce ha abierto una confrontación que amenaza al nivel educativo. ¿Era imposible un acuerdo?

Confío en que todo el mundo cumplirá la ley y celebro que así se haya reconocido. Casi todos los países de Europa tienen este tipo de pruebas para verificar la calidad de la enseñanza. Cuando yo propuse al PSOE ese acuerdo parlamentario que hubiera evitado repetir las elecciones, incluí la educación.


¿Qué le aporta al PP la coalición con el PAR?

Creo que somos el referente de la moderación y la sensatez. Hemos demostrado que somos socios leales, que nos complementamos por el bien de los aragoneses.


Desde el PAR se quejan de que los pactos de 2011 y de 2015 apenas se han cumplido y eso ha tenido costes para ambos, ¿qué cree usted?

Pues, sinceramente, no es eso lo que me ha transmitido el presidente del PAR. Creo que Aragón es una de las comunidades donde hemos tenido mejores resultados, como recuerda Arturo Aliaga. No somos perfectos, pero en Aragón hay 14.000 personas paradas menos que en 2012. Se han recuperado ya 47.000 de los empleos destruidos por la crisis. Ese es nuestro principal aval, el de la coalición PP-PAR.


Aragón es una comunidad leal y estratégica entre territorios con tensiones nacionalistas, ¿ha sido valorada en su justa medida o han pesado más los votos?

Siempre he defendido y defenderé la igualdad de todos los españoles, hayan nacido donde hayan nacido. Tienen derecho a los mismos servicios y también, y por ahí va su pregunta, a la misma consideración. Nadie podrá decir de mí que mientras he sido presidente he sido injusto o arbitrario. Los problemas se solucionan con lealtad y con la generosidad de mirar el bien común. Y en ese aspecto, los aragoneses son un ejemplo para todos.


Según los sondeos, el PP podría perder un escaño por Zaragoza y otro por Teruel en beneficio de Unidos Podemos. ¿Teme una debacle electoral en Aragón y en España?

Al contrario. En diciembre de 2015, la coalición PP-PAR no obtuvo su segundo escaño por Huesca al Congreso por apenas 4.000 votos. Todos los sondeos dicen que el PP va a ganar las elecciones –también en Aragón- y con más ventaja que en diciembre, porque los ciudadanos tienen ahora muchos más datos para elegir de los que tenían en diciembre. Los que entonces eran desconocidos y tenían el beneficio de la duda hoy ya son mucho más conocidos, para lo bueno y para lo malo. En cuanto al reparto de escaños, yo no me atrevería a hacer pronósticos porque en política determinadas sumas no suman sino que restan.

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