La llegada a Aragón de inmigrantes vuelve a remontar lentamente

Al contrario que antes de la crisis, el incremento de llegadas lo protagonizan ciudadanos europeos. Los procedentes de África y Latinoamérica siguen bajando.

La llegada a Aragón de inmigrantes vuelve a remontar lentamente
La llegada a Aragón de inmigrantes vuelve a remontar lentamente
G. ARAGóN

A pesar de la crisis económica que todavía persiste en Aragón, el número de inmigrantes que tienen certificado de residencia en vigor y que residen en la comunidad aragonesa ha vuelto a crecer tras el descenso de 2013. No obstante, la tendencia al alza es reducida y los continentes de procedencia han ido variado en los últimos años. Según los datos publicados por el Observatorio Permanente de la Inmigración (dependiente del Ministerio de Empleo), a 31 de diciembre de 2015, había registrados 175.277, lo que supone unos 1.400 extranjeros más que dos años atrás.


La razón de este crecimiento tan lento se debe a la crisis económica, que incitó a muchos inmigrantes a volver a sus países de origen y que provoca que España y, por consecuencia, Aragón no sea un lugar de referencia para emprender una nueva vida. “Los más afectados por la destrucción de empleo han sido los trabajos no cualificados, que generalmente eran ocupados por población extranjera. De este modo, algunos no han tenido más remedio que asumir el retorno como una alternativa a su situación personal”, explica Carlos Gómez, director del Departamento de Psicología y Sociología de la Universidad de Zaragoza.


Por ello, la aportación que cada continente realiza ha cambiado. Mientras que hasta hace unos años, la población de países como Marruecos, Senegal, Ecuador o Argentina llegaba a Aragón a gran velocidad, ahora el ritmo se ha invertido. Según indica el Observatorio Permanente de la Inmigración, en 2011 los extranjeros que procedían de países no pertenecientes a la Unión Europea rozaban los 74.000, mientras que en 2015 se registraron unos 10.000 menos. Por el contrario, el número de miembros de la Unión Europea que deciden vivir en Aragón ha aumentado en casi 7.000 en los dos últimos años, pasando de 96.189 en 2013 a casi 103.000 en la actualidad. Una tendencia al alza que se mantiene desde 2010.


La gran mayoría de los que vienen a tierras aragonesas del resto de la Unión Europa son de Rumanía (casi 4.700 en solo dos años). De hecho, Zaragoza es la tercera provincia en la que esta comunidad es más numerosa, con un total de 56.110 rumanos. “Con la crisis económica, se está produciendo un cambio de tendencia por parte del empresario, que tiende a seleccionar preferentemente a población procedente del este de Europa. Se trata de gente joven, en muchos casos con formación, y con unas costumbres y tradiciones más similares a las nuestras, con lo que se integran sin dificultad en el mercado laboral”, detalla Gómez.


De hecho, Catalin Serbu, miembro de la Asociación Rumanos Sin Fronteras, recalca que la llegada a Aragón se produjo por razones económicas y por la oportunidad de encontrar trabajo en el medio rural. “Muchos han hecho aquí su vida y han decidido quedarse”, sostiene. Sin embargo, también puntualiza que la situación en su país está mejorando y que la salida se está paralizando. “Como la razón principal de irse de Rumanía era el dinero, ahora que va mejor, se va mucha menos gente”, apostilla.


Entre los movimientos en la Unión Europa también destacan los de los búlgaros (unos 400 más), italianos (300), franceses (300), polacos (200) y de Reino Unido (200). Incluso, en los dos últimos años se han registrado un centenar de alemanes más que tienen visado de residencia en Aragón. Por el contrario, en las procedencias del +resto de Europa no se han producido cambios.

Menos latinoamericanos y africanos

El caso contrario se da en América Central y del Sur. Según la información facilitada por el Observatorio Permanente de la Inmigración, el número de personas que viven en Aragón se ha reducido en más de 3.500 en solo dos años. De este modo, se ha pasado de los 25.480 que residían en tierras mañas en 2013 a los 21.962 que había en 2015. “Este cambio se debe a que la situación económica en América Latina ha mejorado, generando puestos de trabajo. Por ello, muchos han decidido volver a su país de origen”, explica Soledad Villanueva, miembro de la Asociación Latinoamericana en Aragón.


Asimismo, destaca que la crisis que ha vivido España en los últimos años también ha afectado. “En los últimos tiempos, las mujeres todavía encontraban trabajo en el ámbito doméstico, pero los hombres, una vez que perdían su empleo, era complicado que consiguieran otro”, sostiene Villanueva. Por ello, en las cifras de ciudadanos de casi todos los países se han registrado importantes descensos: Ecuador (unos 1.400 menos), Perú (alrededor de 500) y República Dominicana (500).


La única excepción se encuentra en Nicaragua. Ahora hay casi 400 nicaragüenses más que hace dos años en la comunidad aragonesa. “La mejoría generalizada que se vive en todo el continente no está teniendo efectos en Nicaragua y, por algún motivo, la situación económica está peor que en los países de su entorno. Así que siguen viniendo más personas”, sostiene.


Una situación similar es la que se vive en África. Desde 2013 hasta 2015 se ha registrado un descenso superior a las 1.800 personas, pasando de casi 39.800 a poco más de 36.000 africanos en Aragón. Una tendencia que tiene especial incidencia entre los marroquíes (un millar menos) y los argelinos. Por el contrario, casi no tiene efectos entre los nigerianos y los senegaleses.

Asia, Oceanía y América del Norte se mantienen

El resto de continentes siguen teniendo una representatividad similar a la de hace un par de años. En estos momentos tienen permiso de residencia en Aragón unos 8.000 asiáticos, 700 norteamericanos y una veintena de habitantes de Oceanía. La modificación más llamativa en este tiempo ha sido el descenso de chinos (casi 200 menos) y el auge de paquistaníes (alrededor de 100 más).

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