Aunque normalmente el número cero a la izquierda nunca tiene importancia, en esta ocasión ha causado más de un disgusto al Departamento de Sanidad. Ha tenido que enviar una carta a 35.000 aragoneses en la que les avisa de un error en su tarjeta sanitaria que ha podido provocar más de una confusión a los usuarios a la hora de llamar al servicio de urgencias.

Además de los datos personales del asegurado, en el reverso de las cartillas sanitarias tienen que aparecer su centro de salud, el nombre del médico y el teléfono de las urgencias: 061. Sin embargo, en 35.000 tarjetas distribuidas el año pasado el "cero a la izquierda" no existe, por lo que el número se ha acortado y ha quedado en 61.

Aunque el error a simple vista parece no tener mayor importancia para la mayoría, Sanidad ha decidido tomar cartas en el asunto para evitar cualquier problema, sobre todo, entre la gente mayor. Ha comenzado a enviar una nota a los aragoneses afectados en la que les adjunta una etiqueta autoadhesiva con el dato rectificado. En esta misma misiva, informa de que cualquier duda sobre este tema se puede consultar en el teléfono de la plataforma Salud Informa (902 555 321). Y termina la carta pidiendo disculpas por las "molestias" que se hayan podido ocasionar.

Pero, ¿a qué se ha debido esta lamentable confusión? Desde Sanidad la achacan a un fallo en la impresión de las tarjetas. El año pasado, aseguran, se cambió la empresa adjudicataria y al elaborar la nueva tarjeta introdujo el 061 como campo numérico, lo que hizo que el sistema automáticamente eliminará ese cero que en la mayoría de las situaciones no tiene ningún valor. "Cuando se detectó el fallo se paró la impresión, pero ya se habían mandado 35.000 tarjetas", reconocen estas mismas fuentes sanitarias.

Precisamente, el Gobierno aragonés decidió renovar las tarjetas sanitarias después de que el anterior Ejecutivo dejara de hacerlo por una cuestión económica (entonces, se aseguró que se ahorraba 60.000 euros). Pero en estos momentos es inexcusable comenzar la sustitución para poder adaptarlas a la normativa nacional que obliga a que haya un modelo unificado en todas las comunidades. Así, en los próximos dos años tiene previsto renovar este documento a más de 600.000 aragoneses.