La búsqueda de Johana

Antes de quemar mis carnes el luminoso ser que descendió desde un artefacto de acero en el cielo, me volvió a preguntar por última vez: “¿Dónde, dónde, Hombre, está Johana?”; a lo que yo respondí inmediatamente: “No lo sé, no lo sé”. Entonces no le pude responder más, porque habiendo estado preparando mis conjuros en una noche muy cerca a las doce, encima de la colina de Trasmoz, heme aquí fui asaltado, siguiendo la tradición familiar del ocultismo, por estas alimañas con forma de hombre que no dudaron en lanzarme un rayo desollándome con esto la piel, exponiendo prácticamente mis vísceras al viento...


Mis antepasados, mis locos y no sapientes antepasados, por equivocación, sacrificaron a una niña que no era una niña, sino uno de estos. No sé, no sé a dónde habrá ido a parar Johana… creo que dejó de ser uno de ellos pero tampoco es humana…

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión