La mitad de colegios que solicitaron jornada continua la implantarán el curso que viene

Un centro se queda fuera porque comparte servicios con otro que no lo logró.

Lo que comenzó hace unos meses como una posibilidad, que se abría por vez primera en Aragón, ha acabado con casi el 20% de los colegios de infantil y primaria con jornada continua. Así será a partir del curso que viene, una vez finalizados todos los trámites exigidos en este proceso. Finalmente, el Gobierno aragonés ha validado 79 propuestas –justo la mitad de las 158 que inicialmente se presentaron–, tras haber recibido los pertinentes apoyos de sus consejos escolares, el claustro y el 55% de votos de las familias. En total, son 47 proyectos de la provincia de Zaragoza, 13 de Huesca y 19 de Teruel (32 colegios zaragozanos, tres oscenses y seis turolenses no han logrado los votos necesarios). Más de 44.000 padres de los 120 centros que fueron validados por Educación para elegir su proyecto han votado durante las últimas semanas, en un proceso que ha tenido más adhesiones en el ámbito rural.


Sin embargo, no todos aquellos que han completado cada paso han logrado su objetivo. Finalmente, el colegio de educación especial Calatayud no ha recibido la pertinente autorización por parte de la Administración, a pesar de haber pasado todas las votaciones exigidas en la orden, porque comparte los servicios de comedor y transporte con el centro Bílbilis de la misma localidad, que no logró el sí de las familias. Por este motivo, algunos padres habían pedido que se ofreciera la jornada continua a ambas escuelas, pero el Departamento ha decidido no hacerlo a ninguno de los dos.


En el caso de aquellos colegios que habían iniciado recogidas de firmas y diversas acciones por quedarse a apenas unos votos de la aprobación –como los zaragozanos del Espartidero, Puerta Sancho, Agustina de Aragón, José Antonio Labordeta, Miralbueno o el Camón Aznar–, la Consejería ha dispuesto finalmente no atender su reclamación, por lo que tendrán que esperar dos cursos para volver a presentarse al proceso, al igual que todos los que no han contado con el porcentaje de apoyo familiar requerido. "Cuando tenemos unas reglas, se tienen que cumplir y no las podemos mover a mitad de partida", explicó ayer el director general de Innovación, Equidad y Participación educativa, Jesús Garcés.


El responsable del Departamento reconoció que el proceso había generado tensiones y pidió a los equipos directivos que trabajen en "recuperar el sosiego". "La comunidad educativa debe estar tranquila, la calidad de la educación está garantizada con o sin nuevo proyecto", prosiguió Garcés. De lo polarizado que ha quedado el voto dan cuenta los 14 centros que la han aprobado con el aval de entre un 55 y un 58% de los padres, aunque otros 21 han recibido más del 75% de apoyos.


Aunque la orden estipula que estos proyectos se establecen para un plazo de tres años, Educación ya ha anunciado que habrá una evaluación y un seguimiento de cada uno de ellos, para garantizar la innovación, el refuerzo educativo y que el centro permanece abierto en el horario que tuviera hasta la fecha. Además, tras el primer curso, se prevé analizar los resultados de los alumnos y se exigirán rectificaciones a aquellos centros que se hayan desviado de su idea inicial.


Garcés también avanzó que la próxima convocatoria podría comenzar en otoño, y para ella se estudiarán peticiones recibidas durante este primer año de proceso de tiempos escolares, como la posibilidad de votar por correo, permitir que un CRApueda aprobar el proyecto sin que se exija el apoyo de todos los centros que lo integran o una rebaja de los porcentajes mínimos para su puesta en marcha. "El periodo ha sido intenso y la convocatoria, ajustada. La próxima será más flexible", informó. En cualquier caso, Educación hace una valoración positiva y destaca la participación y el debate que ha generado.

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