Desde la oscuridad

Siempre he oído que si conoces de dónde vienes, conocerás mejor quién eres. Supongo que por eso me hacía tanta ilusión hacer este viaje familiar.


Escuchar las historias que en cada rincón del pueblo habían vivido cada miembro de mi familia. Conocer que todos tenían un listado de travesuras oculto. Sonreír con cada recuerdo. Entender la vida que habían llevado aquellos mineros. Aquellas personas que habían dedicado su vida a la minería como fueron mis dos abuelos. Hoy, quizás pueda entenderos y admiraros un poco más que antes, pero ahora ya no puedo decíroslo.


Realmente abrumada de conocer cada rincón del Parque Ferroviario, de sentir el calor de la gente a mi familia y al recuerdo de quienes ya no están. Sentirme muy orgullosa de los apellidos que tengo y, saber que, si ellos pudieran verlo, estarían orgullosos del lugar que siguen ocupando en la historia de su pueblo. Incluso me atrevo a afirmar que, si volvieran a nacer, volverían a dedicar su vida al mundo de la minería. Estoy segura.

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