La Directiva Europea de Eficiencia Energética 27/2012 impuso la obligación de que en todos los Estados miembros se tomasen medidas para garantizar que cada vivienda asumiese el coste real de la energía que consume en calefacción, y puso un plazo límite para que todas estuviesen adaptadas: el 31 de diciembre de 2016. Las viviendas con calefacción individual no tienen de qué preocuparse, pero en Aragón se estima que hay unas 130.000 viviendas con calefacción central o comunitaria que tendrán que poner manos a la obra si no quieren ser multados por no haber individualizado su consumo con los contadores pertinentes.

Y es que, aunque el Gobierno español no ha transpuesto toda la directiva a la normativa nacional, estableció en el Real Decreto 8/2014 multas de 1.001 a 10.000 euros para los propietarios que no tengan en su vivienda los aparatos necesarios para contabilizar individualmente su consumo.

"No tiene mucha lógica", señala Ignacio Abati, consejero delegado de Ista (una de las principales empresas del sector de la facturación de consumos de calefacción y agua y costes relacionados), que se lamenta de que la desidia del Gobierno central va a acabar creando un problema tanto a los vecinos como a los instaladores. "Una vez que se haya adaptado toda la directiva, va a haber una explosión de la demanda, porque hay 9 millones de radiadores en España", advierte. La fecha límite está próxima y, según sus datos, en Aragón solo se han adaptado "entre 15.000 y 18.000 viviendas".

Que uno pague por lo que realmente gasta, cosa que no siempre ocurre en las comunidades de vecinos con calefacción central, es el método que la Unión Europea quiere aplicar para reducir el consumo energético (y la emisión de gases de efecto invernadero). La tesis es que el comportamiento de los vecinos más derrochadores en calefacción cambiará cuando asuman el coste real de su consumo, algo que no es así siempre, porque el reparto del gasto es estimado (se aplican factores como el tamaño de la vivienda o los radiadores).

Daniel Cid-Fuentes, gerente de la zona norte de la empresa Gómez Contadores, explica que "en las casas donde ya los hemos puesto, está ocurriendo casi siempre lo mismo:el derrochador se lleva un golpe cuando tiene que pagar la primera factura de la calefacción, pero desde entonces se encarga de cortar las llaves de paso de sus radiadores cuando en su casa hace calor. En definitiva, empieza a ahorrar y pagar menos".

Ignacio Abati agrega que "en una zona como Aragón, que es más intensiva en calefacción que otras del país, se calcula que el ahorro podría ser de unos 250 euros al año por vivienda. Eso, a la gente la convence".

No todas las calefacciones centrales son iguales. Hay dos tipos: por columnas (hay que medir el consumo de cada radiador con los ‘repartidores de costes’) y por anillos (basta con poner un único contador de calefacción de cada vivienda). Si se instalan los repartidores de costes y contadores se podrá saber exactamente el consumo de cada cual. Además, precisan instalar unas válvulas termostáticas con las que se regule el flujo de los radiadores para ajustar ese consumo.

"La instalación es súper simple, no requiere obra y en dos horas se completa", explica Abati. En el caso por columnas estima que para una vivienda media el coste es de 120 euros (depende de los radiadores). En cuanto al contador individual, ronda los 200 €. "En año y medio se amortiza la instalación, y hay ofertas para financiarla por unos 6 euros al mes", indica Abati. Aclara que "la medición de los consumos se hace luego por radio y no requiere la entrada de un técnico en la vivienda".