Preocupación por los continuos problemas de los camioneros en la frontera con Francia

Los últimos ataques de ganaderos galos a camiones españoles y los retrasos por los controles preocupan a estos sectores en Aragón. El tráfico de mercancías y las exportaciones ya han comenzado a caer.

Ganaderos franceses asaltan un camión aragonés que transportaba carne de cerdo.
Ganaderos franceses asaltan un camión aragonés que transportaba carne de cerdo el pasado verano
Grupo Jorge

Hacía mucho tiempo que la frontera no era tan frontera. Los nuevos casos de ataques a camiones españoles por agricultores y ganaderos galos y el aumento obligado de los controles en los pasos fronterizos debido a la amenaza terrorista han coincidido en el tiempo para que por primera vez en muchos años, España en general, y Aragón como vecino directo en particular, vuelvan a ver en los Pirineos situaciones que ya se creían superadas.


El pasado miércoles el Ministerio de Exteriores convocaba al embajador francés ante la indignación manifiesta del sector agrario y el mundo del transporte después de que cinco camiones españoles fueran atacados por ganaderos franceses al poco de cruzar la frontera. Los ataques, que reaparecen de forma cíclica, están tomando a lo largo de los últimos meses más intensidad, según manifiestan los sindicatos agrarios, a quienes preocupa que, de no tomar medidas, "se sigan manteniendo estos altercados".


“Justo hace un mes tuvimos una reunión con unos socios franceses y precisamente comentamos que parecía que las cosas se habían calmado un poco, pero hemos vuelto a recibir estas noticias, que está claro que no son positivas para nadie”, comenta Agustín Sánchez, presidente de la Asociación de Empresarios Agrícolas de la Margen Derecha del Ebro con sede en La Almunia, una de las principales zonas productoras de fruta de Aragón, que espera que se calmen los ánimos antes de que dé comienzo la fase principal de la campaña dentro de aproximadamente mes y medio.


Aunque el sector de la fruta ha sido históricamente uno de los más afectados por las protestas de los agricultores franceses, durante los últimos meses, y en especial el pasado verano, han sido la carne de cerdo y los productos ganaderos los que más problemas han tenido. Sin ir más lejos, el pasado mes de julio fue un camión aragonés que transportaba carne de cerdo del Grupo Jorge el que fue asaltado y vaciado en Normandía. “El año pasado le tocó a la fruta y todos los veranos se produce algún altercado. Ahora nos ha tocado a nosotros y es algo que casi está institucionalizado. No se sanciona como se debería y al final ellos lo han tomado como algo recurrente para llamar la atención de sus políticos”, señalaba entonces a Heraldo.es José Luis Lavilla, productor de porcino de La Litera y presidente de la Asociación Pecuaria de Huesca.Mismos problemas, distintas formas de protestar


Y es que, los productores aragoneses se quejan de que las protestas que mantienen sus homólogos franceses -que han realizado varias manifestaciones multitudinarias en el último año- se sustentan en motivos idénticos a los que pueden tener los españoles: precios de venta que no cubren la producción en muchos casos y pérdida de cuotas de mercado en sectores como el porcino y la fruta que también se han visto afectados por el veto ruso a nivel europeo, pero que en España han salido mejor parados por su buen posicionamiento durante los últimos años.


De hecho, un argumento que están utilizando las organizaciones agrarias es sugerir qué pasaría si en España ocurriera lo mismo con los camiones que exportan leche desde Francia, también acusados de vender leche "a pérdidas" por los ganaderos lácteos nacionales.


Desde el sector del transporte, las reclamaciones son idénticas. “Nuestra federación nacional ha elevado quejas por los últimos altercados. La indignación es patente sobre todo por la impresión de impunidad con la que se actúa en estos ataques, donde parece que la Gendarmería no hace todo lo que podría hacer cuando se está vulnerando un principio básico dentro de la Unión como es la libre circulación de mercancías”, señala Fernando Viñas, secretario general de la Federación de Empresas de Transporte de Mercancías de Zaragoza (Fetraz).El tráfico de mercancías España-Francia está cayendo en los últimos meses


Pero esta no es la única circunstancia añadida que ha conjugado las transacciones transfronterizas en los últimos meses. El incremento de los controles tras los atentados de París y Bruselas ha hecho que la Unión eleve todas las medidas de seguridad entre sus países miembros. Un dispositivo necesario, pero que ha ralentizado el paso de mercancías por Irún y La Junquera (los principales pasos de camiones con el país vecino) y también en las tres conexiones desde territorio aragonés: el Portalet, y los túneles del Somport y Bielsa, que aunque reciben mucho menos tráfico de camiones, especialmente en invierno, son utilizados a diario por más de 300 transportistas.


"El aumento de los controles supone más tiempo de viaje y por lo tanto está generando sobrecostes para las empresas que trabajan en internacional, que ya de por sí son muy sufridas a la hora de afrontar dificultades. Dicho esto, el sector como es lógico entiende y apoya los controles y las medidas de seguridad, lo que nos preocupa es que no sea algo temporal y se afiance una tendencia a nivel europeo en la que cada vez haya más controles y en definitiva las fronteras vuelvan a ser cada vez más fronteras, lo cual económicamente sería muy perjudicial", explica el secretario general de Fetraz.


A punto de sufrir de primera mano los perjuicios que ha traído consigo el aumento de la seguridad estuvieron todos los trabajadores transfronterizos del Sobrarbe. A finales de noviembre, tras los atentados de París, Francia decretó el cierre nocturno del túnel de Bielsa durante tres meses debido a que no podía mantener los controles durante las 24 horas del día. Una restricción que tuvo en vilo a los vecinos que trabajan en Francia y las empresas que hacen uso diario del túnel, que iba a estar cerrado desde las 20.00 a las 8.00, pero que finalmente se consiguió solventar después de que representantes comarcales, la DGA y el Gobierno central intervinieran de forma conjunta para evitar las restricciones.


"Al final fueron solo dos semanas, y menos mal, porque de estar cerrado durante la noche tres meses el túnel estaríamos hablando de gente que podría perder su puesto de trabajo y de un perjuicio económico para los dos lados de la frontera muy importante", resume Paz Agraz, presidenta de la Asociación de Empresarios comarcal, que señala que en esa situación las instituciones aragonesas y todos los sectores atajaron rápido el problema, cuya solución pasó por prestar apoyo español a los controles que Francia había decretado unilateralmente y que aún se mantienen, de forma aleatoria, pero más intensa que meses atrás.


Por el momento, desde que Francia impulsara los primeros controles más severos incluso antes de los atentados para prevenir precisamente posibles amenazas durante la cumbre del Clima, el tráfico de mercancías por carretera entre Aragón y el país vecino ha descendido cerca de un 48% según los últimos datos facilitados por el Ministerio de Fomento, correspondientes al último trimestre de 2015.


En concreto, Aragón ha pasado de expedir 530.000 toneladas durante los últimos meses de 2014 a tan solo 274.000 el pasado invierno. Una diferencia importante sobre todo si se tiene en cuenta que hasta la llegada del mes de octubre el envío de productos había repuntado ligeramente con respecto al año anterior, pero que desde el sector del transporte aún no se vincula directamente con los últimos problemas; al menos hasta que el paso del tiempo confirme si ha podido ser algo coyuntural o se esté afianzando una tendencia.

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