Akelarre
En el Monte Nevao, las brujas Avería y Piruja habían citado a las meigas de la comarca para celebrar su asamblea anual. Entre los puntos a tratar había uno que estaba levantando mucha polvareda en el colectivo. El uso de aspiradoras. Las había recalcitrantes y opuestas a cualquier novedad; en tanto las que abogaban por una liberalización, esgrimían a favor de su postura precisamente eso: la excesiva polvadera levantada por las vetustas escobas, por muy ancestrales que fueran sus orígenes. A que larreo, (*) amenazó la más aguerrida de las veteranas a una de las nuevas pijas.
Cuando más enconada estaba resultando la discusión y a resultas de la prohibición de encender fuego decretada por la DGA, apareció un helicóptero que sobrevolando el campamento, vació sobre la fogata su carga hidráulica, enfriando los ánimos y dejando a las hechiceras hechas empapadas y a sus escobas y aspiradoras fuera de juego. Muchas, hubieron de regresar andando.
(*) Origen de la palabra aquelarre.
