La DGA completará este año la extinción del Instituto del Agua para asumir sus labores en 2017

Se tramitará un proyecto de ley para eliminar el ente, que tiene 44 empleados, y sustituirlo por una dirección general.

Joaquín Olona, consejero de Desarrollo Rural y Sostenibilidad.
Joaquín Olona, consejero de Desarrollo Rural y Sostenibilidad.
F. Jiménez

El Gobierno de Aragón quiere completar este mismo año el proceso de eliminación del Instituto Aragonés del Agua (IAA), encargado de la gestión de las obras de saneamiento y depuración, entre otras funciones, con el objetivo de transformarlo en una dirección general en 2017. Esta es la previsión del consejero de Desarrollo Rural y Sostenibilidad, Joaquín Olona, que en los próximos días comparecerá en las Cortes para concretar el futuro de este organismo público.


Fuentes del Departamento explicaron que la desaparición del IAA tiene mucho que ver "con la apuesta del Ejecutivo por el uso público del agua" y, a su juicio, la supresión del instituto tendría "un valor simbólico" que contribuiría a avanzar en el ambicioso objetivo de "reorientar la política del agua en Aragón" que se ha marcado Olona.


En este marco, el Gobierno PSOE-CHA considera que el área que gestione estas cuestiones "debe formar parte de la Administración, en lugar de ser un órgano independiente", aunque cuelga de la Consejería. Este giro, aclaran, se da "no con el propósito de deshacer, sino de poder hacer lo que se necesita en el contexto en el que estamos. Es un ejercicio de coherencia".


Para hacer efectivo este cambio, el Ejecutivo deberá tramitar a lo largo del presente año un proyecto de ley con la extinción de la actual entidad de derecho público y el traspaso de sus funciones a la administración matriz, donde serán asumidas por la futura Dirección General del Agua, integrada en la estructura del Departamento de Desarrollo Rural y Sostenibilidad.


Las citadas fuentes asumieron que con la nueva organización "se puede perder agilidad", pero a cambio se producirá un ahorro al asumir la DGA labores como la gestión financiera o del personal. El futuro de los trabajadores es el asunto más delicado que habrá que resolver de cara a la integración, y el anuncio que hizo hace unas semanas Olona ha generado incertidumbre entre los afectados.


No obstante, el Ejecutivo no cree que vaya a haber problemas para incorporarlos a la Administración, como ya se ha hecho en otros casos de extinción de entes públicos. De hecho, la intención es seguir contando con el personal "especializado en la materia" para dar continuidad al trabajo que se viene desarrollando. Además de la directora del IAA, Inés Torralba, la relación de personal en servicio activo está formada por 44 empleados, de los que 7 son funcionarios y 37, personal laboral del organismo. La idea es que se puedan proveer estas plazas en la relación de puestos de trabajo de la nueva dirección general.


Otra cuestión es la gestión del Impuesto sobre la Contaminación de las Aguas (ICA), que desde este año ha asumido la DGA. El objetivo final del Gobierno de Aragón es que la Dirección General de Tributos se haga cargo del cobro. "Pero se trata de una operación compleja", explicaron. Por este motivo, de momento se va a mantener el sistema actual de recaudación, a través de una empresa externa a la que el pasado octubre se adjudicó esta tarea, ante la falta de capacidad del IAA.En 2001 se dio el paso inverso

El órgano que ahora se pretende amortizar fue una de las grandes apuestas de la primera legislatura de Marcelino Iglesias y su Gobierno PSOE-PAR. Fue creado en 2001, cuando se dio el paso contrario al que planean ahora los socialistas en coalición con CHA, ya que se traspasó el personal y los medios de la Dirección General del Agua existente hasta entonces al IAA. Este año su presupuesto es de 58,6 millones, lo que supone un recorte del 14% respecto a 2015.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión