El ADIF arrancará al fin la obra para solventar las restricciones de tráfico en la vía de Teruel

?El sistema tren-tierra estará listo en 18 meses, lo que permitirá explotar la línea las 24 horas del día y multiplicar su capacidad.

La multinacional General Motors ha apostado por la línea de Teruel para trasladar parte de su producción destinada a la exportación.
La multinacional General Motors ha apostado por la línea de Teruel para trasladar parte de su producción destinada a la exportación.
Jorge Escudero

Las obras se anunciaron hace tres años y esta primavera, al fin, comenzarán con el objetivo de solventar las restricciones de tráfico de la vía de Teruel. El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) firmará "en breve" el contrato para la instalación y mantenimiento del sistema tren-tierra de la línea entre Zaragoza y Teruel, que estará listo dentro de un año y medio.


Esta inversión, adjudicada por 4,4 millones de euros, permitirá que los trenes puedan circular las 24 horas del día por el corredor hasta Valencia, una de las principales demandas de las operadoras para impulsar el transporte de mercancías.


El sistema de comunicaciones tren-tierra es imprescindible, además, para multiplicar la capacidad de tráfico en los 182 kilómetros que separan la bifurcación de Zaragoza y Teruel. Con su instalación, el puesto de mando de la vieja estación del Portillo podrá gobernar todas las terminales de la línea, haciéndola más operativa al suprimirse los largos tramos de vía única (cantones) en los que no pueden cruzarse trenes por el hecho de que las estaciones estén cerradas, sin personal.


El verdadero cuello de botella de la línea es el tramo comprendido entre Navarrete y Encinacorba, de 47 kilómetros. "Como las estaciones intermedias de Ferreruela y Villarreal están cerradas, solo puede pasar un tren en ese cantón. Uno de pasajeros emplea unos 35 minutos, pero los mercancías necesitan una hora", señalaron varios ferroviarios consultados, quienes apuntaron que la explotación se complica cuando se registra la mínima incidencia, porque los retrasos se encadenan.

Dos fases

El ADIF adjudicó hace dos meses el sistema tren-tierra a la empresa madrileña Telecomunicación Ferroviaria AIE, pero los trámites administrativos han impedido formalizar el contrato. Los trabajos se han divido en dos fases, de Zaragoza a Caminreal y de Caminreal a Teruel. En este último tramo ya se acometieron parte de los trabajos con personal propio de la empresa pública, por lo que tan solo hará falta rematar el equipamiento técnico. La compañía se hará cargo igualmente del mantenimiento de la infraestructura durante diez años.


La sociedad estatal confía en que la mejora permita potenciar el tráfico de mercancías y mejorar las conexiones de Aragón con Valencia y el resto de la Península Ibérica. Además, explicó que mejorará el control de la circulación e incrementará "la capacidad, operatividad y seguridad de la línea, así como sus prestaciones, disponibilidad y fiabilidad".


Las actuales restricciones lastran la explotación de la ruta más corta para conectar el valle del Ebro con el Levante español. De hecho, la línea permanece cerrada toda la noche, desde las 22.30 hasta las 5.30, las siete horas en las que no hay personal en las estaciones que permanecen abiertas. A esto se une la retahíla de limitaciones de velocidad por el deplorable estado de conservación de la línea entre Teruel y Valencia, lo que ha provocado el desvío de las mercancías por el corredor Mediterráneo.


La implantación del tren-tierra también redundará en la mejora de la seguridad, ya que permite la comunicación vía radio entre el Control de Tráfico Centralizado y los maquinistas. Los beneficiarios serán los cuatro trenes diarios de pasajeros y los cuatro mercancías que cada semana llevan contenedores y vehículos de la Opel al puerto de Valencia.

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