Los dos rectores sientan cátedra

Manuel López y José Antonio Mayoral están en pleno proceso de traspaso de poderes en la Universidad de Zaragoza. Además de académicos, se dan consejos personales.

Mayoral y López, en el despacho de rectorado, mirando cómo adaptar el espacio a las necesidades de su nuevo ocupante.
Mayoral y López, en el despacho de rectorado, mirando cómo adaptar el espacio a las necesidades de su nuevo ocupante.
Guillermo Mestre

Qué tal has dormido hoy? Yo, genial", pregunta Manuel López, nada más entrar al despacho.

—"Yo no muy bien", le reconoce el que va a sucederle como rector de la Universidad de Zaragoza, José Antonio Mayoral. "Por el cansancio acumulado en la campaña... y por lo que se avecina", afirma con una mezcla entre humor y miedo real.

Han pasado muy pocas horas desde las elecciones en la Universidad y ambos rectores, uno electo, otro en funciones, se encuentran en el despacho que uno dejará y el otro ocupará muy pronto. "Yo voy a necesitar más espacio, necesito tener más cosas alrededor", dice Mayoral.


La sala anterior es enorme, en la primera planta del privilegiado edificio del Paraninfo, pero es cierto que el despacho no es desmedido. Una mesa, el ordenador y una estantería grande, de la antigua facultad de la Magdalena, repleta de regalos y distinciones para la Universidad. Mayoral empieza a mirar dónde poner estanterías y, sobre todo, si tendrá espacio para los dos portátiles y el ordenador fijo que suele utilizar para trabajar. "Parezco el de Emerson, Lake & Palmer, siempre con los dos teclados", ríe.

vecinos en su barrio,Vecinos en el paraninfo

La conversación es muy distendida. Normal, porque no son rivales. De hecho, son vecinos en su vida ‘civil’... y llevan mucho tiempo siéndolo también de despacho. López recuerda cuándo se fijó en Mayoral, que lleva ocho años en su equipo ejerciendo de vicerrector de Profesorado. "Lo conocía. Y conocía a personas que lo conocían, por lo que mi buena impresión estaba confirmada por otros. Buscaba a alguien de Ciencias y me dijeron que José Antonio podría decirme que sí. Y me lancé. Y me ha salido bien", afirma.

En este tiempo, han desarrollado una confianza que traspasa el campus. Su charla pasa por dónde compran los trajes, anécdotas de la última visita de la tuna y también de deporte. El nuevo rector, por cierto, es más de baloncesto que de fútbol, pero apoya al 100% al Real Zaragoza. López, conocedor de los sacrificios que conlleva el puesto, se muestra preocupado y se atreve a darle consejos. A Mayoral y a su mujer, Carmen, a la que llamó para advertirle de que ahora lo verá mucho menos.

"Tendrás que viajar a Colombia y a China, donde tenemos muy buena relación con tres universidades. Y comer con palillos, hablar en público y saludar mucho", le explica. Además, le recomienda que, aunque cueste esfuerzo y sea difícil compaginarlo, no deje la investigación. "Tendrás éxito si tu equipo continúa, pero haz todo lo posible", le dice. Tienen buenas palabras el uno para el otro, y su trabajo en sus facultades centra gran parte de la cháchara. López informa de que la actividad investigadora se mide por un número ‘hache’ y que Mayoral es de los universitarios españoles con más ‘haches’. "Y no conocía un trabajo que hacen con lignina, un compuesto de la madera, con el que quieren hacer un nuevo material con otros usos", recalca."Poner en orden la universidad"

Además de ser vecinos, son cercanos en la forma de entender la universidad. "Nuestra universidad es pública, de servicio público, por lo que debe ser asequible para todos. Es investigadora y docente, y contribuye al entorno social y económico inmediato", la define López. Mayoral le apunta enseguida: "Y es generalista e internacional. La investigación siempre vive en un entorno internacional".

Durante los días de campaña, José Antonio Mayoral afirmó que su propósito inicial cuando tome posesión será "poner la Universidad de Zaragoza en orden". Pero el rector en funciones no se lo toma a pecho. Entiende por qué lo dice. "No es que Manolo la deje en desorden; la ha dejado en desorden la avalancha de decretos que han llegado: ahora Bolonia, ahora grados de tres años, ahora tasa de reposición... Y todo esto en una situación económica precaria, así que creo que se ha reaccionado relativamente bien", defiende Mayoral.


Entre los méritos del equipo que ahora se despide, destacan el trabajo en la carrera profesional, el primer plan para evaluar la excelencia de la docencia y el recientemente aprobado plan de igualdad. Y, sobre todo, el acuerdo de financiación con el Gobierno aragonés, que pone las cosas más sencillas para los recién llegados. "Hubo una oportunidad y esto facilita mucho las cosas. Abre oportunidades y habrá que gestionarlas bien", sugiere López. "Hay que seguir trabajando, la puerta está abierta", invita Mayoral.Retos del rector electo... y del rector en funciones.


Es uno de los retos que tiene por delante en el camino que ahora inicia como cabeza visible de la institución. También nombra las infraestructuras –"Filosofía es donde se explica la Historia, pero no por eso la vamos a dejar vieja", bromea López–, la creación de institutos de investigación para Ciencias Sociales y Humanidades, y la interconexión entre facultades, fomentando una mayor información entre ellas. "La atalaya del rectorado te da una gran visión. Descubres cosas muy buenas que se hacen y que no conocías. Y, también, aspectos francamente mejorables. Y para eso estamos aquí". A Mayoral, químico y docente en Ciencias, le sonroja, por ejemplo, que a pesar de llevar tantos años trabajando junto a Derecho no conociera sus grupos de investigación o su participación en comités internacionales. Tampoco mucha gente sabe que él participa en foros como la mesa del lindano.


Y mientras Mayoral desgrana algunos de sus planes para la Universidad, Manuel López ya ha comenzado los suyos propios. Y que consisten, al menos estos días, en escribir. Pero no una novela ni una autobiografía, sino los resultados de algunas de sus investigaciones. "Voy a comenzar esta Semana Santa y necesito publicarlo, porque los resultados creo que son de interés. La mejor investigación que no está publicada no sirve de nada", argumenta.El nuevo equipo y su formación

Se acaba el tiempo y tienen que volver a sus tareas. Casi al final del diálogo, el rector en funciones le revela a su compañero que él intentó fichar a gente del nuevo equipo... ¡y le dijeron que no! Aunque van a cambiar muchos rostros, López lo ve bien: "Es un grupo de gente muy competente, la continuidad no tiene por qué ser buena". José Antonio Mayoral, a pocos días de convertirse en rector, destaca el esfuerzo que ha supuesto realizar una candidatura única a través del consenso de los tres grupos mayoritarios de la facultad. Y quiere que ese espíritu presida su época como rector. "La dificultad ha ayudado mucho a acercarnos. Lo importante es que se ha generado una cultura del consenso", destaca.

Mayoral se marcha, pero volverá enseguida. Y hasta mediados de abril, cuando se convierta definitivamente en rector, aún tienen mucho que contarse...

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