Cuando la empresa es el mejor gimnasio

Todos conocemos las bondades del ejercicio físico. Nos mantiene más sanos, más ágiles y hasta más guapos, por aquello de que ayuda a eliminar los kilos que sobran. Pero ahora, además, la Universidad de Zaragoza quiere demostrar que a las empresas les sale rentable que sus empleados sean gente activa y que, por tanto, deberían animar a la plantilla a hacer ejercicio en su tiempo libre, pero también dentro del horario de trabajo.

Dos investigadores de la Facultad de Ciencias de la Salud y el Deporte, Nuria Garatachea y Germán Vicente, se han lanzado a demostrarlo de forma empírica. Y para ello, cuentan con un particular ‘conejillo de indias’: la planta zaragozana de Mann+Hummel Ibérica, cuyos trabajadores van protagonizar en los próximos años el proyecto de los dos expertos del campus de Huesca.

“Una plantilla más activa tiene menos bajas, menos hospitalizaciones y una mayor productividad”, explica Garatachea, quien asegura que destinar recursos a que los empleados hagan ejercicio es “una inversión”. “Al final, que los trabajadores falten menos es dinero para la empresa. Por eso salen las cuentas”, dice.

La experta destaca que la mayoría de las bajas laborales se deben a causas relacionadas con la falta de ejercicio: dolores de espalda, diabetes, hipertensión. “Además, no siempre somos conscientes, pero el sedentarismo tiene un riesgo de enfermedad y muerte más elevado que el tabaco”, señala.

En Mann+Hummel Ibérica, por su parte, están encantados de formar parte de este proyecto. La empresa ya tiene en marcha el programa FIT, destinado a lograr un entorno de trabajo saludable, y está firmemente convencida de la importancia de la práctica deportiva de su plantilla. “El ejercicio mejora las condiciones psicofísicas del individuo y reduce las lesiones, previene enfermedades cancerosas y neurodegenerativas, regula el ritmo sueño-vigilia y hasta aumenta la autoestima. En definitiva, mejora la calidad de vida del trabajador y también la de su entorno familiar y laboral. Por eso estamos seguros de que este estudio demostrará los beneficios del ejercicio para la empresa”, explica Javier Bellmunt, responsable de Márquetin de la planta zaragozana.

En este sentido, se saben pioneros y creen que las conclusiones de este trabajo podrán exportarse después a otras empresas de su propio grupo y de todo el sector.

Bellmunt también cuenta que los 750 trabajadores de Mann+Hummel en Zaragoza están encantados de colaborar con el proyecto. “Tenemos una plantilla muy vinculada con el deporte y están entusiasmados con la idea. De hecho, ya participamos en muchas disciplinas dentro de la Federación de Deporte Laboral y hasta hemos sido campeones en algunas de ellas”, dice, orgulloso.

Bellmunt destaca que, a pequeña escala, en la empresa ya intentan incluir la actividad física en el día a día. “Tenemos ejercicios de rutina en los puestos más sedentarios, nos movemos de vez en cuando, subimos por las escaleras y andamos cada cierto tiempo”, cuenta, por lo que el proyecto de Garatachea y Vicente no resultará extraño a la plantilla.

Desde luego, el trabajo de los investigadores se prevé a largo plazo, dos o tres años, en los que se desarrollarán diferentes fases. Primero, se estudiará el estado de salud de los trabajadores y su grado de actividad física. Después, se llevará a cabo una campaña de promoción del deporte, para animar a la plantilla a practicarlo, mediante diversos métodos: folletos, mails, sms, comunicaciones de la empresa… Solo en la última fase se establecerá –siempre de acuerdo con el comité de empresa y con todos los estamentos de la compañía- cómo se puede implementar la actividad física dentro del horario laboral.

El objetivo: trabajadores más sanos y más felices, y empresas que ahorran dinero. La fórmula perfecta de la felicidad laboral.