Tercer Milenio

En colaboración con ITA

Siete magníficos de la ciencia aragonesa

La DGA homenajeó ayer a siete científicos que han logrado una beca de excelencia europea y que desarrollan sus proyectos en la Universidad de Zaragoza.

Jesús Santamaría, Diego Gutiérrez, Igor Irastorza, Esther Pueyo, Manuel Arruebo y José María Aznar. Faltó Jesús Martínez de la Fuente que no pudo asistir.
Jesús Santamaría, Diego Gutiérrez, Igor Irastorza, Esther Pueyo, Manuel Arruebo y José María Aznar. Faltó Jesús Martínez de la Fuente que no pudo asistir.
José Miguel Marco

Los investigadores que posan en esta foto son de lo bueno, lo mejor. Todos y cada uno de ellos han logrado colocar a Aragón en el mapa de la mejor Ciencia que se hace en el mundo. Son siete (uno de ellos no pudo acudir) y sus proyectos están financiados por las exigentes ayudas del Consejo Europeo de Investigación; un organismo que selecciona a sus elegidos entre los mejores del planeta y que solo premia la excelencia.


Entre todos, han logrado una financiación de 10,5 millones de euros (en diferentes categorías y en varios años) con la que tienen carta blanca para avanzar en la frontera del conocimiento.


Que los siete hayan decidido echar raíces en una comunidad que todavía no invierte ni el 1% de su PIB en Ciencia es digno de reconocimiento. Y, por eso, el presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán; el rector de la Universidad de Zaragoza, Manuel López; y la consejera de Universidad, Pilar Alegría; les rindieron ayer un homenaje. Los tres sacaron pecho por el talento de la tierra, pero también entonaron un mea culpa: debe consensuarse una Ley de la Ciencia y debe invertirse más dinero en investigación.


Mientras el colectivo reza por que no sea un brindis al sol, Pilar Alegría sí que aseguró que algunos mimbres ya se han puesto: los contratos Araid –la convocatoria por excelencia en Aragón para captar talento– se ha retomado con 1,7 millones de euros y el objetivo es que, en unos años, pueda al menos reservarse a la Ciencia aragonesa un 1,3% del PIB.La clave: el valor añadido

Los siete trabajan en la Universidad de Zaragoza: cuatro han conseguido Starting Grants (las reservadas para los más jóvenes) y dos se han hecho con una Consolidator, a las que optan quienes tienen una experiencia de entre 7 y 12 años. Solo uno de ellos, Jesús Santamaría, ha logrado una de las del tercer grupo, las Advanced Grants, a las que solo tienen acceso los senior.


En 2011, Santamaría (que trabaja en el Instituto de Nanociencia de Aragón) logró 1,85 millones de euros para desarrollar un microreactor revolucionario que permita ahorrar energía y materias primas. Ahora que su trabajo empieza a dar frutos, ha pedido a Europa que le deje investigar un año más (ya lleva cinco). En su mochila, dos patentes y un mensaje: "Si la investigación es cara, prueba con la enfermedad". "Lo que hacemos es poner las semillas de una sociedad que pueda estar basada en el valor añadido, y no en el ladrillo. Queremos industrias punteras para Aragón y esto es una palanca inmejorable", valoró.


Junto a la veteranía de Santamaría, la audacia de Esther Pueyo, investigadora del I3A: la primera aragonesa en hacerse con una de estas ayudas (en su caso, una Starting). Esta científica estudia el envejecimiento del corazón y su esperanza es dar con nuevos marcadores de riesgo de sufrir arritmias. Sobre por qué se quedó, pocas palabras y muy claras: "La Universidad de Zaragoza es un muy buen sitio para investigar y te da la oportunidad de seguir creciendo aquí y de devolver a la tierra el talento que se ha ido fuera".


Diego Gutiérrez, el último en ganar una de las ayudas (en su caso, una Consolidator) tiene ahora en sus manos 1,7 millones de euros para descubrir si existen potenciales puentes entre la física de la luz y lo que el cerebro interpreta para generar las imágenes mentales con las que al final percibimos el mundo. "Yo me he educado aquí, con dinero público de aquí y deseo que revierta aquí", aseguraba ayer. Sobre su mesa, como sobre las de sus colegas, ha tenido ofertas de lujo, pero apostó por Aragón.


Igor Irastorza (una Starting Grant para ‘fotografiar’ la materia oscura del Universo); Jesús Martínez de la Fuente (otra Starting para atacar a los tumores desde dentro con un disparo certero de nanopartículas); José Manuel García Aznar (de nuevo, una Starting para acelerar el proceso de autogeneración de las células) y Manuel Arruebo (una Consolidator también centrada en las nanopartículas) cierran, de momento, este selecto club de los mejores que anhela nuevas incorporaciones.

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