El presidente Javier Lambán celebró ayer los 75 años del edificio de la Facultad de Filosofía y Letras (el primero que tuvo el campus de San Francisco) con un compromiso ansiado desde hace más de una década. Él mismo, ex alumno de esta Universidad en la que el edificio de Filosofía se mantiene en pie a pesar de un enorme listado de reformas pendientes; ocupó su lugar en el aula magna del edificio tras asistir a la firma, apenas una hora antes, del acuerdo que garantiza una financiación básica de 780 millones a la Universidad.

Este dinero, que se invertirá en cinco años, incluye la asunción de la deuda a largo plazo de la institución educativa (unos 14 millones), un incremento de partidas para la financiación básica y 2,5 millones anuales para infraestructuras. Pero recoge un compromiso que, ayer precisamente, fue recibido como agua de mayo por los que tienen una parte de su historia y de su vida vinculada a Filosofía y Letras: el de reformar y devolver el esplendor a este edificio.Muchos problemas pendientes

Los desperfectos del inmueble, los problemas para poder abrir las ventanas, las caídas de falsos techos y luminarias en clases y pasillos, las averías o incluso la falta de adecuación a la normativa de seguridad actual han marcado los últimos años de un edificio para el que hay proyecto de reforma desde 2006, pero que ahora se está modificando. Hace diez años, aquel documento cifró la reforma en 28 millones de euros, una cantidad inasumible que la comisión dedicada a este tema -formada por representantes de la DGA y de la Universidad- está intentando rebajar, como confirmó el decano de Filosofía y Letras, Eliseo Serrano.

Tanto Serrano, como la consejera de Universidad, Pilar Alegría; y el rector en funciones, Manuel López, calificaron la jornada de ayer de "histórica" y "simbólica". El 11 de marzo espera ser recordada como la fecha en la que no solo se inauguró el actual edificio en 1941 (los estudios de Filosofía y Teología fueron los primeros que impartió la institución académica en 1542); sino en la que se selló la paz entre la Universidad y la DGA (la primera ha retirado el contencioso que puso al anterior Ejecutivo por la financiación) y abrió "un nuevo camino", como expresó Pilar Alegría.

Filosofía es en sí un símbolo: fue la primera del conocido como ‘campus Aragón’ y también acogió durante algunos años los estudios de Derecho. El proyecto del edificio, que no ha perdido su sobria belleza a pesar de los desperfectos, fue redactado por los arquitectos Regino Borobio Ojeda y José Beltrán Navarro, en febrero de 1935. También sufrió los avatares de la guerra civil y, en 1937, el pabellón de Filosofía y Letras se requisó por parte de la Autoridad Militar para utilizarlo como cuartel y después como depósito de municiones durante tres años. Tras la finalización de la Guerra Civil, en 1940 se reanudaron las obras.Años de trabajo por delante

La reforma, muy ambiciosa, no estará concluida hasta, al menos, el año 2019. La consejera Alegría sí que aseguró ayer que uno de los ascensores, que permanecía inhabilitado, funcionará desde el lunes.

En los siguientes meses se modificará el proyecto y, a finales de año o principios del que viene arrancará la demolición del pabellón de Filología que, pese a ser el más reciente de la infraestructura, es el que peor está. Además, el compromiso es rehabilitar también otros espacios muy deteriorados de la Universidad.

Manuel López sí que adelantó que la reforma tendrá "una estética muy bonita". La comisión estudiará cómo reubicar a los alumnos en este tiempo, ya que se prevén varios años bajo la piqueta.

Dentro del acuerdo de los 780 millones se contemplan partidas de transferencia básica (al margen de las infraestructuras) de 149,8 millones en el 2016; 154,5 en el 2017; 156,6 en el 2018; 158,6 en el 2019 y 160,7 en el 2020.