La elevada morosidad y la necesidad de liquidez de las empresas ha elevado en Aragón más que en ningún otro lugar de toda España la cesión de facturas por parte de las empresas de la Comunidad a las entidades financieras.

Este mecanismo, que se conoce como 'factoring', consiste en que bancos y entidades de crédito adelantan a las empresas el pago de facturas pendientes de cobro por parte de terceros a cambio de una comisión, que según fuentes del sector ronda entre el 2 y el 3% de la deuda. Una opción que permite obtener liquidez a la empresa, que recibe lo que se le debe de forma más temprana a cambio de dejar de cobrar una pequeña parte, mientras que es después la entidad financiera la que se encarga de que el deudor les abone el 100% de la factura original.

En total, según los datos facilitados por la Asociación Española de Factoring, durante el año pasado las operaciones de este tipo movieron en la Comunidad 1.920 millones de euros en pagos externalizados de este tipo, un 51% más que en 2014; lo que significa el mayor crecimiento a nivel nacional, donde el 'factoring' también repuntó tras caer durante los años de la crisis.

De hecho, empresarios y organizaciones sectoriales nombran este tipo de financiación como un mecanismo que en las últimas décadas se había quedado estancando, hasta que en la actualidad, debido sobre todo a la morosidad de muchas empresas en situación complicada y de las propias administraciones, se ha vuelto a poner en boga.

“Es un elemento de cobro que puede ser útil para que una empresa tenga garantizada una liquidez que no ahogue su actividad a medio plazo. Se trata básicamente de un mecanismo para agilizar el sistema de pago que en los últimos años no era demasiado común, pero que debido a las circunstancias actuales hay firmas que han vuelto a usarlo porque en cierto modo es un crédito que está respaldado por la factura correspondiente, lo que aporta seguridad a ambas partes”, explica Aurelio López de Hita, presidente de la confederación de la pequeña y mediana empresa en Aragón (CEPYME-Aragón).

La DGA baja su tiempo de pago tras estar 15 meses entre las más morosas

La versión inversa del 'factoring' se conoce como 'confirming'. Otro mecanismo de financiación a corto plazo por el cual, en esta ocasión, la empresa acuerda con una entidad financiera que abone los pagos pendientes que tiene con sus proveedores, aplicando la comisión a la empresa contratada, que a cambio no tiene que esperar varios meses para percibir el dinero.

Precisamente esta fórmula fue citada por el grupo en las Cortes de Ciudadanos – que sacó adelante por unanimidad una Proposición No de Ley para pagar en menos de 30 días- como una de las opciones que estaba manejando el Departamento de Hacienda de la DGA para agilizar los pagos a proveedores, los cuales llevan en Aragón más de 15 meses estancados por encima del límite legal que marca el ministerio, que es de 60 días desde la recepción de la factura.

Sin embargo, fuentes del departamento explican que se están valorando todas las opciones posibles para reducir los plazos sin especificar si el 'confirming' será la elegida para acelerar el proceso, que según anunció el Consejero Fernando Gimeno, se han reducido hasta los 75 días después de tocar un techo de 100 a finales del 2015.

El objetivo de la reducción en el periodo medio de pago a proveedores es uno de los objetivos que más ha nombrado la Consejería desde el cambio de Gobierno tras las elecciones de mayo, y aunque se han reducido los plazos tras la adhesión al Fondo de Liquidez Autonómica, Aragón sigue siendo una de las Comunidades que más tarde paga a las empresas y autónomos a los que solicita servicios.