El Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud (IACS) ha decidido suspender el estudio que desde 2008 controlaba la salud de 5.600 trabajadores de General Motors (GM). Después de ocho años de trabajo, ha decidido acabar antes de tiempo con la investigación que no finalizaba según el convenio suscrito hasta 2018.

La decisión del IACS, que depende del Departamento de Sanidad, ha cogido por sorpresa tanto a las tres personas que llevan desde el principio trabajando en el proyecto como a los responsables de la propia factoría de automóviles. Han lamentado que se haya bloqueado antes de tiempo un estudio que había nacido con la idea de recoger a lo largo de los años datos para luego analizarlos y obtener importantes resultados. Por ejemplo, una de las investigaciones se centraba en controlar el riesgo cardiovascular en empleados entre 40 y 55 años por medio de pruebas de imagen y el análisis de sus hábitos de vida.

El proyecto, denominado ‘Aragon Worker Health Study’, se puso en marcha en 2008 a través de un convenio de colaboración entre el Departamento de Sanidad y el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) que depende del Instituto Carlos III de Madrid. Durante los primeros cuatro años, la aportación económica fue al 50%, pero desde 2013 el CNIC redujo su participación en el proyecto hasta que a finales de 2015 anunció su desvinculación definitiva.

Ante la necesidad de asumir todos los costes, el IACS ha comunicado el cese de la actividad el 31 de marzo. Fuentes del instituto de ciencias de la salud explicaron que a partir de ahora, se pondrán a disposición de los investigadores los datos obtenidos, pero reconocieron que no se van a recoger más muestras. Destacaron que entre las razones que avalan su decisión están que el 80% de los trabajadores del estudio estarán jubilados en 2017 y un 98% son hombres, por lo que no son una muestra representativa de la sociedad.