"Cada semana viene alguien para tasar un Goya inédito"

La sociedad que usó cuatro supuestos cuadros de Goya para financiar un hospital intentó que la empresa Tasararte los peritara.

Un falso Goya incautado por la Policía este mismo mes
Un falso Goya incautado por la Policía este mismo mes

¿Hay un Goya fuera de catálogo, inédito, guardado bajo llave en la casa de cada familia española? Si no existieran los expertos en arte, el panorama pintaría por el estilo. Porque las aproximaciones e imitaciones -buenas, regulares y paupérrimas- del genio de Fuendetodos abundan en un mercado repleto de listillos ávidos de hacer fortuna por la vía rápida (y subterránea). Las casas de tasación se encuentran con ellos casi a diario.


Uno de los ejemplos más cercanos es el de la sociedad que intentó financiar un hospital privado para lesionados medulares en Villaviciosa de Odón (Madrid) con cuatro supuestas obras de Francisco de Goya, tal y como avanzó Heraldo.es el pasado mes de septiembre. El caso, peculiar desde el inicio, fue investigado por la Fiscalía de Medio Ambiente y Urbanismo y luego pasó a manos del Juzgado de Instrucción n.º 45 de Madrid.


Según apuntaban este viernes fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, "la instrucción está a punto de concluir, a falta de que se practiquen dos pruebas testificales solicitadas por una de las partes. El juez decidirá pronto si archiva el caso o abre un juicio". Hay cuatro imputados.


Los investigados pretendían que se valorara las cuatro obras, depositadas en la caja fuerte de una aseguradora, en 10.080.000 euros. Para ello contaron con la colaboración de un supuesto experto, doctor en Historia del Arte. Pero también eran sabedores de que necesitaban de una segunda opinión, a poder ser de una empresa tasadora española.


Así llegó el encargo a Tasararte, una firma de tasación radicada en Madrid. Fue Cristina Salama, gerente de la empresa, quien atendió el encargo: "Nos contactó la propia aseguradora, que desde un principio nos ofreció unas fotos acompañadas de un poder notarial y de una tasación anterior, pero no pudimos ver las obras". La valoración que llegó a la empresa es la misma que recoge la Fiscalía en su primer informe. 


Un Goya en cada casa


Los cuatro supuestos Goyas con los que se pretendía financiar el hospital eran retratos de personajes nobles. Nada fuera de lo común. Pero a las compañías tasadoras, relata Cristina Salama, llegan propuestas delirantes: "Además de esos cuatro cuadros, que no pudimos verlos, también intentaron que peritáramos un retablo de Goya de la Virgen del Carmen procedente de Vinaroz. Decían que valía 31 millones de euros, era algo ridículo. Los precios no se aproximaban ni lo más mínimo al mercado secundario, que es el que marcan las casas de subastas", comenta Salama.


Y abunda: "Una vez, envuelto entre un secretismo exagerado, un señor pretendía colar una pintura negra de Goya inédita. Y como él, cada semana viene alguien que pretende tasar un Goya inédito. Internamente, en el sector, nos entra la risa, porque a nosotros, desde que empezamos nuestra actividad en 2003, no nos ha entrado nunca un Goya fuera de catálogo".


El mundo de las falsificaciones y los presuntos está a la orden del día. En esto, en opinión de la experta, ha jugado un papel fundamental el hecho de que haya sido "relativamente fácil avalar inversiones con obras de arte, aunque los bancos lo ponen cada vez más difícil".


Aunque no es sencillo colar una imitación. "En cuanto te ponen pegas para ver el cuadro, ya sabes que algo intentan esconder, como fue el caso que ahora se está investigando. Nosotros siempre vamos a querer hacer un análisis de pigmentos, verlo in situ. Pero si el interesado te dice que la obra está fuera o en una caja fuerte o te hace llegar una valoración anterior y unas fotos... está claro que no va a tener algo extraordinario entre manos", apunta Salama entre risas.

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