El grupo de Podemos en las Cortes de Aragón ha expresado en una carta a la presidenta de la Fundación Víctimas del Terrorismo, Marimar Blanco, que la comparación de una de sus diputadas entre el asesinato de una mujer por violencia machista con el de Miguel Ángel Blanco "jamás buscaban provocarles ningún daño".

En esta misiva, desde Podemos han confirmado que iba dirigida personalmente a Marimar Blanco, este grupo explica "aquello que se ha malentendido" y que "ha creado un gran dolor en ustedes", que "no se merecían".

La respuesta se produce después de que la diputada de Podemos Amparo Bella -cuyo nombre no se cita en la carta- dijera este miércoles en la Comisión de Asuntos Sociales de las Cortes de Aragón: "Permítame que sea malvada y diga, pensando en el PP, que podríamos haber hecho el mismo comentario hablando del señor Blanco; que a lo mejor podríamos decir: tendría que haber mirado usted hacia atrás para ver si le iban a raptar".

Hizo estas manifestaciones para criticar al delegado del Gobierno de Aragón, Gustavo Alcalde, quien refiriéndose a la última mujer asesinada por su expareja en Zaragoza, afirmó que lo lógico hubiera sido que la víctima avisase a la Policía de que su agresor podía trasladarse desde Medina del Campo (Valladolid) a Zaragoza, donde se produjo el crimen.

"Para nosotros fue tan injustificable que una institución pública culpabilizara a una víctima de su muerte que nuestra diputada quería mostrar el horror que hubiéramos sentido todos nosotros si dichas declaraciones hubieran sido hechas a propósito de otros asesinatos igual de dolorosos o injustos", ha afirmado en la carta este grupo, que considera que las palabras del delegado del Gobierno fueron "inaceptables".

Este grupo parlamentario, que ha expresado su máximo respeto a las víctimas y al sufrimiento de las familias que viven "sin cura sus ausencias", afirma a continuación: "por el dolor de Soraya -la mujer asesinada- y por el mensaje que mandamos a la sociedad sobre la soledad e impotencia en la que viven hoy las mujeres maltratadas despierta en nosotros la misma desazón que sentíamos cuando ETA asesinaba".

Además, lamentan en la carta que "seguramente de forma poco acertada" no se ha sabido buscar que "como sociedad, aprendiéramos a llorar estos asesinatos como aprendimos a llorar y denunciar unánimemente el fallecimiento de Miguel Angel Blanco".