El sector de la joyería sube sus ventas por primera vez desde 2010

Un informe señala que el gasto aumentó entre 2014 y 2015, aunque los profesionales aragoneses creen que la recuperación está lejos todavía

Joyería Uno de 50, en Paseo Independencia
El consumo en el sector de las joyas
Sandra Lario

Las joyas y los relojes no son, precisamente, productos de primera necesidad. Por eso, la recuperación del consumo en ese sector es un indicador perfecto de que toda la economía se recupera de los años de crisis. Si gastamos en joyas, es que todas las demás necesidades están cubiertas.


En este sentido, un informe de la escuela de negocios Constanza refleja lo duro que ha sido para las joyerías el periodo que va de 2010 a 2014 y cómo, entre ese año y 2015, las cosas parecen mejorar.


El estudio señala que las ventas en joyería en Aragón fueron de 22 millones de euros en 2015, con una subida del 5,05% respecto al año anterior, frente a la caída del 9,6% que se produjo desde 2010. En cuanto a los relojes, las ventas crecieron un 5,78% en 2015, con un volumen total de 13 millones de euros.


Los datos sitúan a Aragón lejos de las Comunidades con mayores ventas, que se producen en Andalucía, Cataluña, Madrid y la Comunidad Valenciana, con 148, 144, 123 y 87 millones de euros respectivamente.


Las cifras económicas, no obstante, contrastan con la opinión de los joyeros zaragozanos, que no tienen tan claro que el sector esté en fase de recuperación. Así, desde el punto de vista de la alta joyería, Carlos Berlioz cree que "el consumo  está muerto". Según asegura, la joya nupcial es la que única cuyas ventas se han mantenido, pero en el resto se ha notado mucho que los consumidores tienen menos dinero para darse caprichos.


El joyero, junto a Pilucha Laborda, cree que la recuperación se aprecia en aquellas comunidades que tienen un importante volumen de turistas extranjeros, "sobre todo asiáticos", que no han dejado de comprar. "Pero aquí apenas hay turismo de este tipo, y eso se nota", afirman.


Elena Roselló, de la platería Ángela, también cree que 2015 fue el peor año para las ventas, aunque la crisis se nota desde 2010. "Antes las ventas eran más sostenidas, y ahora hay días en los que no se vende nada". En su caso, cree que ha caído tanto el número de clientes, como la cantidad que se gasta en cada compra. "La gente venía con un presupuesto cerrado y no sale de ahí. Hace unos años, si les gustaba algo que valía 20 o 30 euros más de lo que pensaban, lo compraban igual".


Frente a ellos, en la tienda Uno de 50 del paseo de la Independencia -dedicada a la alta bisutería- sí creen que las ventas notaron un empujón el año pasado.Jennifer Giménez afirma que "compra más gente y además se gasta más en cada compra". En su caso, el cliente medio son las mujeres de ente 30 y 50 años.


En cualquier caso, los profesionales confían en que los datos que señala el informe de Constanza sean un buen augurio y que este 2016 sea, por fin, el año de la recuperación después de más de un lustro marcado por la crisis.

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