Fomento suspende el concurso para desdoblar la N-232 entre Gallur y Mallén

Paraliza otras 43 licitaciones para analizar cómo les afecta una resolución del Tribunal de Recursos que cuestiona el pliego que se empleó en todas ellas.

El Ministerio de Fomento acaba de paralizar la licitación del desdoblamiento de la N-232 entre Gallur y Mallén, lo que puede demorar el inicio de las obras hasta el año que viene. La decisión no solo afecta al único tramo pendiente de adjudicar de la autovía de Logroño, sino a otros 43 contratos de servicios y obras de carretera repartidas por todo el país que suman más de 500 millones de euros de inversión. En la lista se incluyen igualmente los trabajos de conservación de la autovía Mudéjar y de las nacionales N-330, N-234, N-234a y N-IIa, en los tramos correspondientes a Zaragoza.


La Secretaría de Estado de Infraestructura publicó de urgencia el pasado viernes en el Boletín Oficial del Estado (BOE) la suspensión de los contratos para "analizar los efectos jurídicos" de una reciente resolución del Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales. Dicha entidad cuestiona la legalidad de un punto clave del pliego de condiciones empleado en todas las licitaciones, que afecta a la valoración de las ofertas económicas. Aunque la decisión afecta únicamente a una cláusula recurrida por una asociación andaluza de contratistas en el caso de cuatro contratos, Fomento se ha curado en salud y ha bloqueado todos los procedimientos que comparten el mismo pliego.


La preocupación es mayúscula en el sector de la obra pública, ya que supone un auténtico parón que se suma a la escasez de licitaciones. "No se vislumbra que este Gobierno en funciones reanude las tramitaciones, por lo que la parálisis se alargará meses y si hay elecciones, hasta 2017. Se puede perder un año entero por prevenciones que no son compartidas ni el propio Ministerio", señalaron fuentes del sector.


El concurso de la A-68, que acumula un notable retraso, salió publicado en el BOE a finales del año pasado y las ofertas presentadas por las empresas se debían abrir el próximo lunes, lo que garantizaba que hubiera finalmente un adjudicatario antes del verano. "De esta forma, independientemente del color político del Gobierno, se aseguraba una obra muy reivindicada por Aragón", señalaron las citadas fuentes.


La medida impide adjudicar el contrato para controlar el otro tramo adjudicado de la A-68, entre Figueruelas y Gallur. En este caso, los propios técnicos de Fomento podrían asumir provisionalmente la tarea o hacer una encomienda de gestión mientras dure la suspensión del concurso.


La paralización también afecta al contrato para la conservación de A-23 y cuatro nacionales a su paso por Zaragoza, que suponía una inversión de 14,67 millones. Los trabajos son por cuatro años e implica el mantenimiento de 313 kilómetros, en los que se incluyen cuatro túneles y el viaducto de Paniza.

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