José Antonio Mayoral: "En la Universidad no urge nada porque funciona muy bien"

-Las tres principales grupos de la Universidad se han puesto de acuerdo en un nombre: el suyo. ¿Qué tiene José Antonio Mayoral que suscita este consenso?

-Se han puesto de acuerdo, primero, en un programa, que se ha discutido hasta enero. Hasta que no se concretó, no decidí aceptar la propuesta de los grupos. ¿Qué tengo? Quizá, que soy dialogante y represento al universitario medio: docente, con buenas evaluaciones de los alumnos y una trayectoria investigadora bastante razonable. He ejercido cargos de gestión, pero sin ningún afán.

-Les ha costado menos formar Gobierno que a los políticos...

-Es evidente que sí. Ha habido mucha generosidad, gente que ha trabajado en el programa sabiendo que en doce vicerrectorados, que es lo que marca nuestros estatutos, no cabe todo el mundo. Y, además, hay algún independiente, que también deben estar representados.

-¿A usted no le ha salido nadie que le haya exigido un vicerrectorado?

-Ni me ha salido ni yo hubiera apostado por eso. Yo quiero que la Universidad funcione.

-Y ¿en qué concuerdan todas las sensibilidades? ¿Qué propuestas son irrenunciables para la Universidad?

-Su modernización. La universidad ha superado con éxito la crisis. Hay facultades y especialidades destacadas en investigación y también en docencia, como Enfermería, aunque se conozca poco. En la anterior campaña ya nos planteamos un salto en modernización, pero se ha hecho lo que se ha podido entre la adaptación a Europa y las penurias económicas.

-La no duplicidad de títulos con la San Jorge está en los tribunales. ¿No hay diálogo posible?

-Sí lo hay. En Aragón somos pocos y debemos plantearnos la formación universitaria como un conjunto. Implantar un título cuesta mucho y no tiene sentido competir, debemos ver dónde somos complementarios. Yo soy Químico y me gustaría tener Farmacia en la pública, pero no la tenemos.

¿Son razonables tantos Magisterios? ¿Cuántos alumnos habrá en siete años? ¿Lo hemos analizado?

-Lleva ocho años como vicerrector de Profesorado. ¿Tiene contento al colectivo?

-A lo mejor es petulante, pero creo que sí. Defiendo la carrera profesional. A alguien que con 40 años llega a ser profesor titular no se le puede decir que no llegará a catedrático, su rendimiento bajará. Además, apoyo la tasa de reposición. Formar a un profesor universitario cuesta más de 200.000 euros. ¿Podemos perder a esa persona para formar a otra? ¿Podemos desperdiciar el talento así?

-Las obras de Filosofía, ¿se tomarán con filosofía o se pisará el acelerador?

-No, no, se pisa el acelerador. Este equipo actual ya lo está haciendo.

-En su programa propone una mayor transparencia. ¿Es que no la ha habido?

-La ha habido, pero ahora hay una ley de transparencia, por la que aparecerá lo que cobramos. Y todo lo que consideremos que la sociedad debe conocer de nuestro trabajo lo pondremos blanco sobre negro.

-También propone un cambio de estructuras, si hace falta. ¿Es muy rígida su organización?

-El sistema público siempre tiene una rigidez que es garantista. Y no me parece mal. Está bien que no se pueda coger a dedo a quien queramos. Y debemos comprobar si hay tareas duplicadas y si todas las comisiones que tenemos cumplen ya un papel o podemos reducirlas. Que no lo sé.

-¿Hay que hacer muchos cambios? ¿Qué urge?

-La Universidad funciona bien. No urge nada. Pero, por ejemplo, tenemos que implicar los institutos de investigación en algunas partes de docencia. Y ver cómo lo hacemos. No incorporar nuevas estructuras sin revisar cómo están las viejas.

-Lleva ocho años en el equipo de Manuel López, así que ya hay quien critica que será continuista...

-Es que Manolo lo ha hecho bien. Para mí ha sido un rector magnífico que ha logrado aprobar muchas propuestas por consenso. ¿Por qué no vamos a seguir? Manolo ha firmado la integración con China, un acuerdo con Colombia, el campus Iberus, el campus con el sur de Francia... Hay que seguir esa senda.

-¿Cuál es su talón de Aquiles?

-Mi mujer le diría que muchas veces debería parar a contar hasta diez. Y lo procuro hacer.

-A López le operaron de la espalda, a usted del tendón de Aquiles... ¿tiene gafe el cargo?

-No sé. Esto no ha sido por el cargo, sino por hacer deporte a un nivel al que no debería haberlo hecho. Por jugar a baloncesto con gente mucho más joven que yo. Ese ha sido el único motivo.