Los visitantes que recorren los museos aragoneses cada día son menos. Desde 2006 hasta 2014 -último dato recogido tanto por el Instituto Aragonés de Estadística como por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte- se han perdido casi 320.000 visitantes en las salas de exposiciones de Aragón, una tendencia que ha sido casi constante en todos los años, excepto en 2010 cuando se registró un ligero incremento. Ejemplo de ello es que de 2012 a 2014 -la estadística es bienal- cada museo ha perdido de media 3.000 visitantes.

Además, el descenso de interesados en disfrutar de exposiciones, conferencias y otras actividades en las salas aragonesas viene acompañado por un incremento de museos -en 2014 había 68 abiertos, mientras que en 2012 eran 61-. Es decir, que la apertura de nuevos centros no ha sido suficiente para invertir la tendencia de los últimos años.

“La principal razón de este descenso de usuarios es la crisis económica”, subraya Cristina Giménez, profesora del departamento de Historia del Arte de la Universidad de Zaragoza. Por un lado, la pérdida de poder adquisitivo imposibilita costear la entrada continuada a determinadas salas; por otro, la reducción del presupuesto autonómico dedicado a la conservación y mejora de los museos. “Con el cambio de Gobierno se dejó de hacer tanto hincapié en las políticas de acción cultural que se estaban impulsando hasta ese momento”, resalta Giménez.

Ejemplo de ello es que mientras que en 2006, la DGA gastó 11,7 millones en este área, en 2014 esta cifra descendía casi a la mitad, 6 millones de euros. Sin embargo, parece que la tendencia puede cambiar este año. Según los presupuestos aprobados, se va a destinar una cuantía que rozará los 12,5 millones, mientras que en 2015 se quedó en 6,6.

Según Giménez también afecta que no haya una mayor política de comunicación. “Todos los días me llegan correos e información sobre las exposiciones de toda España, sin embargo, no hay ninguno de la comunidad”, ejemplifica. Por ello, considera que se debería hacer una mayor divulgación, puesto que hay exposiciones muy interesantes, “pero quizá la ciudadanía las desconoce”. También considera que se podría crear una línea editorial como han hecho otras comunidades como la Valenciana, “que está dando muy buenos resultados”.

Más exposiciones temporales y visitas guiadas

En los últimos años, los museos aragoneses han apostado de manera contundente por las exposiciones temporales. Mientras que en 2006 solo el 46% de estas entidades culturales contaban con exposiciones temporales, en 2014 esta cifra rozaba el 70%. “Para conseguir atraer visitantes es muy importante realizar un programa anual de exposiciones -una o dos más caras y otras con un coste más reducido-, mantener una línea general y hacer llegar a la gente lo que quieres mostrar a través de una política de márquetin”, recalca la que fuera directora del museo Pablo Serrano.

Cada año más museos ofrecen la opción de las visitas guiadas, que ya llega a más del 80% de las salas aragonesas y también se realizan más actividades, especialmente educativas -el 61,6%- y conciertos -el 25%-. “Poner en marcha actividades relacionadas con la exposición que se está llevando a cabo es algo fundamental, por ejemplo, CaixaForum está realizando una política de exposiciones muy buena”, ejemplifica Giménez. No obstante, recuerda que en Aragón no se está apostando mucho por esta opción. Ejemplo de ello es que la realización de actividades como los seminarios o las conferencias se mantienen sin variación desde hace una década.

Menos personal y más temporal

La caída de visitantes también ha afectado al personal contratado. Mientras que en 2006 había un total de 478 personas trabajando en los museos aragoneses, en 2014 esta cifra descendía hasta los 320. Además de haber perdido casi un tercio de la plantilla, su situación laboral cada vez es más insegura, ya que solo el 53% de los empleados tienen un contrato a tiempo completo.