"Con 17 años puedes trabajar, pero no ir a un concierto: no tiene sentido"

La plataforma #queremosentrar pide en Aragón que los menores puedan asistir a las actuaciones de música en directo.

Ignacio Pascual, rodeado de carteles de conciertos, en el Linacero Café de Zaragoza
Ignacio Pascual, rodeado de carteles de conciertos, en el Linacero Café de Zaragoza
Asier Alcorta

Nació como una plataforma reivindicativa en las redes sociales y, poco a poco, su voz resuena cada vez con más fuerza. Ahora, #queremosentrar llega a Aragón, dispuesta a conseguir que los menores puedan entrar y actuar en las salas de conciertos y otros locales con música en directo. Ignacio Pascual y Sergio Vinadé son dos de los impulsores de este movimiento en la Comunidad Autónoma, y confían en lograr en poco tiempo lo que ya se ha conseguido en Madrid: una reforma de la ley que permita sus objetivos.


"Hemos pedido entrevistas con todos los grupos parlamentarios, y esperamos que aquí haya el mismo consenso que en Madrid, para que apoyen nuestra iniciativa", explica Sergio Vinadé, músico, miembro del grupo Tachenko y uno de los responsables del centro cultural Las Armas de la capital aragonesa.


Todo el sector vinculado a la música en directo apoya este movimiento y reclama el cambio de la normativa. "Es que la ley que prohíbe a los menores entrar en los locales donde se vende alcohol, en la práctica, les está prohibieron entrar en los lugares donde se hacen los conciertos", destaca el abogado Ignacio Pascual. Ambos coinciden en que la reclamación de #queremosentrar no tiene nada que ver con favorecer el consumo de alcohol entre los jóvenes. "No pretendemos que se deje entrar a los chavales a los sitios que venden alcohol, queremos que esa prohibición se mantenga, pero que se establezca una excepción para el momento en que se esté celebrando un concierto", señala Vinadé, quien defiende que esta plataforma pretende "proteger el derecho de los menores a acceder a la cultura".


Además, creen que sería muy fácil controlar a los adolescentes para evitar que consuman alcohol: "Tendrán que identificarse en la puerta y se les puede poner una pulsera, un sello en la mano... hay muchas formas de evitar que beban", destaca Pascual.


Por eso, apuesta por una modificación de la Ley de Espectáculos Públicos similar a la que se ha aprobado en Madrid, aunque con una peculiaridad local: "Proponemos que la edad para entrar a conciertos se rebaje a los 14 años, que es la edad a la que el derecho aragonés reconoce responsabilidad para ciertos actos jurídicos".


La prohibición, según ambos, ha causado un daño tremendo al sector de la música, porque ha alejado de las salas a un público en edad de formar sus gustos culturales: "Y hay una generación entera que no va a conciertos, porque se lo prohibieron de chavales, y ya nunca ha incorporado esa posibilidad a sus planes de ocio".


"Pero no solo eso –destaca Vinadé–, es que también se impide que chavales de 16 o 17 años tengan un grupo con sus amigos y puedan tocar en un bar. Los chicos de 17 años pueden trabajar, pero no pueden ir a un concierto ni ser batería de un grupo: no tiene sentido".


Ambos además, creen que se está privando a los jóvenes de una experiencia cultural y vital excepcional. "Un concierto no tiene comparación con nada. Te permite entender la música, sentir cada acorde", explica Pascual, mientras Vinadé asiente. "Un buen concierto te puede marcar de por vida. Es un momento único que no se va a repetir jamás", destaca el músico zaragozano. Y sabe de lo que habla.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión