Uno de los magistrados cree que solo debería haberse condenado a García Becerril

El magistrado Alfonso Ballestín no está de acuerdo con las conclusiones alcanzadas por sus compañeros de tribunal -Rubén Blasco (presidente de la Sección Sexta) y Carlos Lasala (ponente)- en la sentencia del caso Naves. Por ello, este ha dictado un voto particular en el que mantiene que solo cabría condenar por estos hechos al exgerente de Plaza Ricardo García Becerril.

Al imponerse el voto de la mayoría, finalmente se ha condenado a penas de cuatro años de prisión por un delito de malversación tanto a García Becerril como al exviceconsejero de la DGA Carlo Esco (PSOE) y al dueño de Codesport, Agapito Iglesias. El cuarto encausado, el exdirector técnico de la sociedad pública, Miguel Ángel Pérez Cervantes, ha sido absuelto.

Recuerda Ballestín que el hecho que ha llevado al tribunal a dictar una sentencia condenatoria ha sido la entrega de cuatro pagarés a Codesport por valor de 8,7 millones para cubrir parte de los supuestos sobrecostes de la construcción de 119 naves en Plaza. Al hacerlo, se incumplió el contrato pactado con la constructora, que era a precio cerrado, y se causó un cuantioso perjuicio económico a las arcas de Plaza. Sin embargo, para el magistrado, no puede responsabilizarse de igual manera a los tres acusados.

“En cuanto a Carlos Esco, sus funciones como consejero delegado de Plaza no han quedado determinadas (…), pero es evidente que no podían ser las de dirigir o gestionar la empresa, pues para ello se había nombrado a un director gerente (Becerril)”, explica Ballestín. Más “improcedente” todavía considera este miembro del tribunal la condena de Agapito Iglesias. “Lo único que pretendía -dice- fue cobrar lo que le correspondía por la obra que había ejecutado la empresa de la que era administrador único”.