Los cunicultores volverán a salir a la calle para recordar la "ruinosa" situación que vive el sector

Los productores de conejos apuntan directamente hacia la distribución como responsable de las pérdida.

Cunicultores aragoneses en una protesta en noviembre en la que repartieron carne de conejo.
Cunicultores aragoneses en una protesta en noviembre en la que repartieron carne de conejo.
G. Mestre

Salieron a la calle durante el mes de noviembre para denunciar los graves perjuicios económicos que estaban provocando en sus explotaciones las "prácticas abusivas" de las grandes cadenas de distribución. Ahora, los cunicultores han decidido volver a retomar las protestas para denunciar la "ruinosa" situación que vive el sector y sensibilizar así a los distintos agentes sociales, asociaciones y sociedad en general de la seria amenaza que sufre la supervivencia de las explotaciones familiares.


Lo anunciaron ayer después de que los representantes de las organizaciones agrarias UAGA-COAGy UPAy de la Confederación Nacional de Cunicultores (Conacun) se reunieran con responsables de Asedas, (Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados) ante los que defendieron la necesidad de garantizar la generación de valor a lo largo de la cadena y para exigir el reparto equitativo del mismo a lo largo de ella.


Y es que los productores de conejos apuntan directamente hacia la distribución como responsable de las pérdidas que acumulan sus explotaciones. Les acusan de hundir los precios en origen al utilizar la carne de conejo como producto reclamo y para ello venderla a pérdidas así como de lanzar ofertas agresivas cada vez que el sector pone en marcha una campaña de promoción del producto.


Unas prácticas, critican los sindicatos, que han provocado que las 150 explotaciones cunícolas que hay en Aragón -que agrupan 125.800 conejas de las que 79.000 están en granjas de Teruel- se encuentren al borde de la ruina.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión