La oposición, a la greña

El gobierno PSOE-CHA asistió casi como espectador a los constantes rifirrafes del resto de los grupos políticos, especialmente con el partido que lidera Echenique.

Pablo Echenique, ayer, en los momentos previos al inicio del pleno de presupuestos.
Pablo Echenique, ayer, en los momentos previos al inicio del pleno de presupuestos.
Asier Alcorta

Cerca de las dos de la tarde, el socialista Javier Lambán y el líder de Podemos Pablo Echenique se cruzaron por los pasillos de las Cortes. Tras un intercambio de opiniones sobre las últimas novedades de la actualidad política nacional, a solo unos días del comité federal socialista, se despidieron amablemente y se emplazaron a un próximo encuentro. Podemos iba a apoyar los presupuestos y Lambán sabía que esos votos valían más que una mera tabla de ingresos y gastos.


Poco tenía que ver la escena con un debate plenario de más de 11 horas en el que no faltó la tensión y al que el PSOE asistió casi como espectador, escurriéndose de la confrontación, dejando pasar el tiempo hasta completar el trámite de la aprobación. Era como si no quisiera despistar a los podemistas del botón verde que daba el sí a las cuentas. Así lo dejaban caer los diputados socialistas, con media sonrisa en los labios, en los pasillos.


Por contra, Podemos buscó el foco desde el principio, en el marco de su permanente autojustificación por apoyar a los socialistas.Echenique optó por sus latiguillos habituales contra "los privilegios, las redes clientelares y el despilfarro" que a su juicio consolidan los presupuestos que estaba apoyando. Mientras, el resto de los grupos se dejaban llevar por la confrontación directa con la formación morada, siempre más entretenida que el farragoso debate de las grandes cifras.


Fue un torneo para ver quién daba más ‘zascas’ a Podemos. Hasta tal punto llegó la cosa que Pablo Echenique no pudo evitar publicar en las redes sociales un recopilatorio. Les acusaron de "sobreactuar", de ser "histriónicos", "débiles"... "Votan que sí a un presupuesto que consideran mejorable, se dejan fuera su coherencia política", dijo la diputada del PAR Elena Allué, una de las grandes protagonistas de la jornada por sus demoledoras críticas a Podemos.


Mar Vaquero, del PP, dijo que la "casta de la nueva política acaba de llegar a las Cortes", mientras que la aragonesista María Herrero atacaba "las cagadillas de mosca violetas" que salpicaban el presupuesto de Lambán, para minusvalorar las aportaciones de la Podemos al presupuesto, que sacaba pecho de los "topos morados" que había en las cuentas. "Hoy a Podemos nos han dicho muchas cosas bonitas en el pleno. La vieja política es también agria y maleducada", escribió Echenique en la red social Twitter.


No solo se enzarzaron los podemistas y el resto de la oposición. Hubo un momento crítico cuando la diputada aragonesista Lucía Guillén atacó duramente las enmiendas de Ciudadanos, a los que acusó de "desconocer Aragón" y de "reclutar" militantes del PAR. El diputado de C’s Ramiro Domínguez replicó con crudeza y reprochó a los aragonesistas su "electoralismo" al elaborar las enmiendas. "La banda del PAR, lo de siempre", se despachó.El presidente aragonesista, Arturo Aliaga, dijo sentirse "herido" con las expresiones de Domíguez, que al final se excusó.


Pasadas las 22.00, el presidente Javier Lambán se acercó al líder de Podemos, Pablo Echenique. También saludó a Patricia Luquin de IU. El jefe del Ejecutivo agradecía así a dos de sus socios de investidura la confianza otorgada a la hora de aprobar los presupuestos de 2016. La imagen contrastaba con lo ocurrido solo unas horas antes en el Parlamento de Castilla-La Mancha, donde los diputados podemistas dejaban en minoría al socialista Emiliano García-Page, a merced del PP. O lo sucedido en Asturias y Extremadura, donde el PSOE no tiene presupuesto. Lambán era consciente de que la izquierda le acaba de conceder un escenario de estabilidad que al menos se prolongará durante un año.

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