El ex arquitecto municipal niega que hiciera informes a medida de la Mariví Pinilla

El acusado se enfrenta a penas de 20 años de cárcel por trece delitos delitos.

El abogado Javier Hernández (izda.), habla con Mariví Pinilla y el arquitecto Francisco Núñez.
El abogado Javier Hernández (izda.), habla con Mariví Pinilla y el arquitecto Francisco Núñez.
Asier Alcorta

El interrogatorio del ex arquitecto municipal Francisco Núñez, al que la Fiscalía acusa de delitos de prevaricación, tráfico de influencias, fraude en las subvenciones y falsedad y le pide 20 años de cárcel y 32 de inhabilitación, centró ayer la mayor parte de la jornada del caso de La Muela. Una vez recuperada la exalcaldesa María Victoria Pinilla de su proceso de gastroenteritis, que obligó a suspender el juicio durante dos sesiones, el tribunal trató de ganar el tiempo perdido y celebró una sesión maratoniana que se prolongó desde las 9.45 a las 17.30 con solo un receso de una hora para comer.


La actuación de Francisco Núñez como arquitecto contratado por el Consistorio muelano fue desmenuzada por la fiscal, Victoria Esponera, quien mantiene que hacía los proyectos a medida de la exalcaldesa, incluso poniendo en ellos conceptos que, a su juicio, no respondían a la realidad. Así se lo planteó, por ejemplo, con el proyecto de la sexta fase de Centrovía, al que la comisión de urbanismo se oponía si no se desarrollaba la quinta fase. Al final, accedió a darle el visto bueno si el Ayuntamiento presentaba el acta de replanteo que faltaba y demostraba que la urbanización de la quinta había comenzado. El arquitecto explicó que hizo un"acta de delineaciones" para decir que el terreno"existía" y se "podía construir", lo que la fiscal interpreta como una forma de engañar a la comisión de urbanismo para que aprobara el expediente. Núñez negó ese"engaño" pero admitió que tras presentarse el acta la comisión le dio luz verde.Cobro de altos cargos

El arquitecto fue preguntado por la fiscal sobre si tenía constancia de que Pinilla llamara en esa época a ex altos cargos del Gobierno de Aragón -como el expresidente Marcelino Iglesias, el exvicepresidente José Ángel Biel o el exviceconsejero delegado de Obras Públicas Carlos Esco, entre otros– para que se aprobara esa sexta fase de Centrovía y si realmente influyeron y cobraron por ello."A mí no me consta. Las llamadas que pueda tener María Victoria Pinilla yo las desconozco", respondió. De lo que sí quedó constancia es del empeño de la excaldesa en que saliera adelante ese proyecto y del enfado que tuvo cuando se enteró de que la directora general de Urbanismo del Gobierno de Aragón, Nuria Mas, había rechazado la aprobación de la sexta fase de Centrovía porque consideraba que La Muela ya tenía suficiente suelo industrial.


"¡Que nos tiene enfilados!, Paco", le dice Pinilla a Núñez en esa conversación intervenida por la Policía, y añade enojada: "Sigo pensando que es una tocina, maleducada y malencarada".

También fue interrogado sobre el plan parcial del SR-1, 2 y 3 que le encargó el Ayuntamiento. Solo hizo el primero, por el que se le abonaron 230.530 euros, ya que los otros proyectos quedaron"en el aire". Parte de esa cantidad (198.215 euros), la pagó a Intecsa-Inarsa por colaborar en la elaboración del plan, según explicó.


Otra de las cuestiones que centró el interrogatorio del arquitecto fue su supuesta vinculación con la sociedad Inversiones en Activos Inmobiliarios Castelonovo, creada por los acusados Carmelo Aured, Modesto Barranco y Fernando Lavilla. A pesar de que en su despacho se encontró documentación de Castelonovo, argumentó que era porque su amigo Modesto Barranco le había pedido consejos para sacar adelante la firma cuando empezó a ir mal. A preguntas de su abogado, Javier Hernández, negó que firmara obras –sin que se hubieran hecho– para obtener subvenciones del Instituto Aragonés del Agua y subrayó que las dos que certificó si se ejecutaron.



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