Aragón tiene en marcha 340 ensayos médicos, con 1.653 pacientes voluntarios

Los expertos admiten que los estudios conllevan riesgos, pero destacan las medidas de control y dicen que son "imprescindibles" para mejorar tratamientos.

Un laboratorio del Miguel Servet, el centro sanitario aragonés que más ensayos médicos hace.
Un laboratorio del Miguel Servet, el centro sanitario aragonés que más ensayos médicos hace.
G. Mestre

La muerte en Francia de un hombre que participaba en el ensayo de un medicamento ha puesto de actualidad este tipo de procedimientos, que son muy comunes en cualquier centro de investigación. De hecho, en Aragón hay en marcha ahora 340 ensayos de este tipo, en los que participan 1.653 pacientes de la Comunidad, aunque las cifras cambian con mucha frecuencia, porque unos estudios comienzan y otros terminan y porque se van incorporando nuevos sujetos a los proyectos.


A pesar de lo ocurrido en el país vecino, los expertos consideran que los ensayos son fundamentales para la práctica médica. "Son imprescindibles. Porque hacerlos es la única manera de lograr mejoras en los tratamientos", explica Carlos Aibar, médico y presidente del Comité Ético de Investigación Clínica de Aragón, el organismo encargado de aprobar y controlar todos los ensayos que se llevan a cabo en la Comunidad. En cuanto a los peligros de este tipo de procedimientos, admite que existen, "porque toda asistencia sanitaria implica riesgos", pero explica que se hacen siempre bajo estrictas medidas de control y se supervisan antes y durante todo su proceso de vigencia. "Y no solo eso –aclara–, cada medicamento que sale al mercado sigue bajo vigilancia, por si hay cualquier efecto pernicioso que no se ha detectado en los ensayos".


Para garantizar la seguridad de los fármacos, el primer paso es probarlos en animales de experimentación. Solo si se comprueba que son seguros y efectivos comienzan las pruebas en humanos.


En Aragón, hay 14 centros sanitarios donde se llevan a cabo ensayos clínicos (entre hospitales, centros de salud, la universidad y consultas privadas), aunque donde más se hacen es en los dos hospitales más grandes de la Comunidad, el Servet y el Clínico.


No obstante, explica Aibar, el 95% de estos ensayos son "multicéntricos", es decir, que en ellos participan los centros aragoneses, junto a otros hospitales nacionales o de fuera de España.


La industria farmacéutica es la principal promotora de estos procedimientos, aunque detrás de los ensayos también hay sociedades médicas (como el grupo de investigación del cáncer de mama) o grupos de investigadores dedicados a cuestiones que, por su escasa rentabilidad económica, no interesan a las compañías que fabrican medicamentos. "Esto último es muy importante, porque permite investigar enfermedades de las que, de otro modo, nadie se ocuparía", explica el doctor Aibar.


En cuanto a las personas que se someten a estos ensayos, señala el experto, la mayoría son enfermos. Solo en una primera fase se prueban los fármacos en grupos muy pequeños y muy controlados de sujetos sanos. Si no se detectan problemas, se pasa a probarlos en pacientes. La participación en un ensayo es siempre voluntaria. Por eso, como explica Aibar, es fundamental que los pacientes tengan toda la información y conozcan los riesgos del tratamiento. De hecho, cuenta, el comité que él preside echa atrás muchas propuestas de ensayo porque no explican del todo bien esos riesgos. "No se trata solo de que incluyan la información, también tiene que estar escrita de modo que los pacientes la entiendan", dice. A partir de ahí, sabiendo qué está en juego, un paciente puede unirse a un ensayo médico. Toda una apuesta por el futuro de la medicina.

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