Cataluña se siente como el padre adoptivo de las pinturas de Sijena que pide Aragón

La DGA insiste en que el MNAC carece de un título de propiedad y sus contrarios argumentan la falta de legitimidad del Ejecutivo autonómico para reclamar las piezas.

Algunas de las piezas que deberán de ser devueltas a Villanueva de Sijena.
Algunas de las piezas que deberán de ser devueltas a Villanueva de Sijena.
Álvaro Calvo

Cataluña se niega a devolver las pinturas de la sala capitular de Sijena con las que se siente como el padre adoptivo que cuida durante años al niño que queda "abandonado" y que después lo reclama la madre biológica. En este caso, sería Aragón en representación de las monjas sanjuanistas. Este fue el ejemplo que utilizó el abogado de la Generalitat, Xavier Muñoz, en las conclusiones durante la segunda sesión de la vista que se celebró ayer en el Juzgado de Primera Instancia número 2 de Huesca, para rechazar la demanda de Aragón que pide la devolución de 43 piezas del Real Monasterio. En ese supuesto, dijo, el juez da la razón al padre putativo. Pero no explicó si el fallo sería el mismo si el niño es ‘arrancado’, como las pinturas en 1936, de los brazos de su madre. O si sería igual si se quedara sin techo por un incendio, como ocurrio en el monasterio, y se hubiera visto obligada a un acogimiento temporal. Hay que recordar que las piezas se encuentran en depósito.


El abogado de la DGA, Alberto Gimeno, insistió en que la parte contraria había jugado al despiste con la conservación de las piezas y se había centrado en cuestiones de forma, sin responder al objeto del litigio. Gimeno volvió a calificar de "ficticio" el contrato de comodato o de préstamo de las obras, firmado en 1992 entre las monjas y la Generalitat, ya que esta última institución nunca ha tenido la posesión de las mismas que se encuentran en el MNAC. En todo caso, tendría que haberse firmado con este museo. En este mismo sentido abundó el abogado del Ayuntamiento de Villanueva de Sijena, Jorge Español, quien resaltó que los informes periciales sobre el estado de las obras son "irrelevantes" y que lo verdaderamente importante es que no tienen "ningún título de propiedad", ya que se trata de "un contrato simulado". Además, calificó como "ilegal" el arranque de las pinturas por Gudiol en 1936. A su juicio, esto culminó la destrucción del monasterio. Por ello, espera una sentencia favorable. Son las dos partes que reclaman las piezas al Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC), donde se exhiben, y al Estado, así como a la Generalitat que se sumó después. El juicio quedó en suspenso a expensas de la práctica de dos pruebas testificales pendientes que pidió la parte catalana.


Aragón dice: devuélveme las piezas y Cataluña responde: qué bien las conservo. Esta ha sido la dinámica desde la vista previa de este juicio y especialmente durante la mañana de ayer, en la que se escuchó a tres peritos más –además de los dos del lunes– propuestos por la parte catalana con la finalidad de demostrar que los bienes se encuentran muy bien cuidados y que su traslado supondría un "alto riesgo". Tanto se insistió en esta parte que la juez, Silvia Ferreruela, terminó diciendo que ya estaban lo suficientemente ilustrados sobre los soportes de las pinturas. Eso sí, todos acabaron admitiendo que su traslado "no es imposible". Quizá por eso en sus conclusiones ni se acordaron de sus argumentos. O quizá porque no es el objeto del litigio, como dice Aragón, que por ello no presentó ni un solo perito externo para hablar de este asunto ni lo cuestionó en ningún momento.


Los abogados contrarios a los intereses aragoneses volvieron a plantear la falta de legitimidad del Gobierno de Aragón y del Ayuntamiento de Villanueva de Sijena para reclamar las piezas en nombre de las monjas y por la vía civil. De hecho, el abogado del MNAC, Abel Garriga, calificó esta demanda como "un ‘caballo de Troya’ para introducir en el corazón de este procedimiento una potestad administrativa", ya que estima que se trata de cuestiones de protección del patrimonio. En cuanto al Ayuntamiento, indicó que "no es nadie" para iniciar acciones porque carece de un título de propiedad. También resaltó que la acción reivindicatoria ha prescrito. Algunos de estos argumentos, como el del ‘caballo de Troya’, también los hizo suyos Muñoz, quien entiende que la demanda interpuesta en vía civil invade competencias de Cataluña en materia de Patrimonio.


El abogado del Estado, Guillermo Enríquez, rechazó la demanda y cuestionó el proceso de cesión de los derechos de las monjas a la DGA para reclamar las piezas. Además, resaltó que los escritos de 1941 y 1961 de la Dirección General de Bellas Artes que indicaban la devolución de las piezas a la provincia de Huesca, y por los que le acusaban de inacción, no eran órdenes.


En los próximos días, la juez tendrá que dictar un auto para determinar si la madre federal de la orden de las sanjuanistas, Virginia Calatayud, tiene que comparecer en el juzgado como testigo –así se le citó a propuesta del MNAC y de la Generalitat para la primera jornada pero no asistió– o como parte, tras el documento de la Santa Sede presentado por la DGA al inicio del juicio y la ratificación de los poderes para pedir las obras. Por otra parte, se preguntará al experto en derecho canónico Josep Casanova, propuesto por la parte catalana y que por problemas de salud no pudo comparecer, mediante exhorto, o bien con preguntas escritas o bien por vídeoconferencia, lo que supondría una nueva jornada.

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