"¿Extraño un ingreso de 300.000 euros en billetes? A mí me han traído hasta 700 millones de pesetas"

El exdirector de Cajalón en La Muela niega que ayudara a blanquear dinero y apunta al órgano de control de la entidad.

Alberto Lozano, cuando entraba ayer a la sala de vistas.
Alberto Lozano, cuando entraba ayer a la sala de vistas.
Guillermo Mestre

Los millones –de pesetas primero y de euros, después– corrieron como la pólvora en La Muela durante los años del ‘boom’ urbanístico.Sin embargo, ni los órganos de control del Banco de España fueron capaces de detectar las maniobras de blanqueo de capitales que afloraron con la Operación Molinos. ¿Por qué? Eso es lo que ayer intentó aclarar la Fiscalía durante el interrogatorio del exdirector de la sucursal de Cajalón en el municipio, Alberto Lozano, al que acusa de ayudar al clan Pinilla y a otros "clientes VIP" a camuflar sus cuantiosos ingresos en efectivo.


"Ni asesoré a nadie para blanquear dinero ni di ninguna instrucción al resto de empleados de la oficina para que lo hicieran. Seguí siempre el protocolo establecido por la entidad para detectar este tipo de prácticas", aseguró Lozano, al que Cajalón suspendió cautelarmente de empleo dos meses después de su imputación y para el que ahora se piden dos años de prisión. La Fiscalía le preguntó por varias de las operaciones bajo sospecha que le han llevado al banquillo, pero sobre todo por una: un ingreso de 300.000 euros en billetes de 500 en una cuenta de Carmelo Aured (también acusado) por parte de un representante de la empresa Sagain.


"Al tratarse de una cantidad tan importante, le atendí yo personalmente en mi despacho.No recuerdo quién trajo el dinero, pero sí que fotocopié su carné de identidad y lo guardé en la carpeta correspondiente", explicó Lozano. Cuando la fiscal Victoria Esponera le replicó que Cajalón no sabía nada de esa documentación ni de ese ingreso, el exdirector añadió: "Si yo no hubiera dado cuenta de semejante ingreso a la central, me hubieran llamado la atención al día siguiente. Porque el propio sistema lanza alertas automáticas al OCIC (Oficina de Comunicación y Control) cuando llega una cantidad tan grande. Por tanto, alguna explicación más tendrán que dar".


Según el acusado, Cajalón no permitía a las sucursales informar directamente al Banco de España de los ingresos superiores a 3.000 euros. "Teníamos que comunicarlos al órgano de control de la entidad, ya que era este el que los supervisaba e informaba por el cauce oficial si veía algo raro", señaló Lozano.


Las explicaciones del encausado llevaron al magistrado ponente, Francisco Picazo, a preguntarle si era normal que en La Muela se hicieran ingresos en efectivo tan elevados. "¿Me pregunta si era extraño un ingreso de 300.000 euros en billetes? Oiga, a mí me han traído hasta 700 millones de pesetas", contestó. Lozano explicó que fueron 18 millones de euros los que se captaron a través de su oficina en aquellos años y que "la entidad estaba encantada"."Tanto –puntualizó–, que me ascendieron dos veces en un año".


Respecto a otras operaciones bajo sospecha de miembros de la familia Pinilla, algunas efectuadas cuando la sucursal estaba ya cerrada al público, el exdirector dijo que no sospechó nunca de ellos porque tanto la alcaldesa, como su exmarido y sus hijos tenían ingresos regulares. "Ella cobraba como alcaldesa, tenían trabajos agrícolas y llevaban varias empresas. Además, habían vendido terrenos", indicó el acusado a preguntas de su letrado, Enrique Esteban.


Lozano señaló también que algunos de los ingresos sospechosos –como los 17 de 3.000 euros que se hicieron en una cuenta conjunta del matrimonio Pinilla-Embarba el 29 de junio de 2006 entre las 14.03 y las 14.12– los hicieron los propios titulares de la cuenta, "por lo que no había que volver a identificarlos".

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