Las apuestas deportivas salvan al sector del juego al multiplicar por ocho su facturación

El volumen ha pasado de 6,4 a 48 millones en los cinco años transcurridos desde su autorización. Los salas de bingo viven un repunte tras caer a mínimos históricos y el casino no logra remontar.

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Las apuestas deportivas salvan al sector del juego al multiplicar por ocho su facturación
EL CORREO

Las apuestas deportivas están salvando al sector del juego de la crisis. Mientras el resto de modalidades se han hundido, esta nueva actividad no para de crecer desde que el Gobierno de Aragón autorizó su implantación en casinos, bingos y salones de juego en la primavera de 2011. Si en el primer ejercicio se facturaron 6,4 millones de euros, el año pasado se cerró con un volumen de casi 48 millones, lo que supone que el dinero apostado se ha multiplicado casi por ocho en tan solo cinco años.


Los propios empresarios del sector aseguran que este año volverá a registrarse otro incremento, que estiman en más de un 25%, gracias al tirón de los partidos de la Eurocopa y de los Juegos Olímpicos que se celebrarán el próximo verano. A ello también contribuirá el crecimiento sostenido del número de locales (ya son 127, dos de ellos exclusivos de apuestas deportivas) y de terminales en las que se puede registrar un boleto.


El presidente de la Asociación de Salones de Juego de Aragón, Raúl Rubio, reconoció que la nueva modalidad de juego ha ayudado a sostener al sector en un periodo crítico del que ahora empieza a salir, pero incidió en que aumentar la facturación anualmente por encima de los dos dígitos no se puede sostener más allá de dos años. "Tocaremos techo y a partir de entonces se crecerá al ritmo de la economía", dijo.


Rubio señaló que los 47 millones apostados en 2015 puede "sonar como una cifra importante", pero recordó que los premios otorgados superaron los 39 millones, por lo que el margen empresarial se redujo a 8,8. "Es un complemento, pero la facturación supone menos de 70.000 euros por local. Y esta cifra tienes que descontarle la tasa del 10% que se paga a la Administración autonómica y lo que queda se reparte a medias con la operadora", explicó.


No obstante, el presidente de los salones de juego señaló que aún se está lejos de las cifras de otras grandes capitales, como Madrid, en las que las apuestas deportivas llegan a los 800.000 euros de media por local. "Para que sea un negocio realmente aceptable, no como un complemento, se requeriría duplicar las actuales cifras. Pero también hay que tener en cuenta que en Aragón hay más salones por habitantes que en Madrid y, por tanto, toca repartir más", apostilló.


Para el presidente de la Asociación de Juegos Autorizados de Aragón, Juan Tristán, la mayor aportación de las apuestas deportivas ha sido la atracción de jóvenes. "Nos ha dado otro aire, ha rejuvenecido la clientela", dijo.Recuperación

Las cifras oficiales de la Dirección General de Interior de la DGA constatan la recuperación en el sector del juego. Así, el imparable ritmo de retirada de máquinas recreativas en los bares se ha parado en el último semestre, hasta el punto de vivir un leve repunte que deja el parque de Aragón en 6.821 ‘tragaperras’. Una menos de las que había en 2013 y 98 más de las que estaban en explotación al cierre de 2014.


Lo que se descarta por completo es que lleguen a instalar tantas como había en 2007 y 2008, cuando llegó a haber más de 9.000, por mucha recuperación que se pueda registrar en los próximos años. "En los salones ya no se dan bajas, pero es una modalidad en declive. Un alto porcentaje de los hosteleros ya no quieren máquinas en los nuevos bares", relató.


La misma recuperación ha llegado a las salas de bingo, que tras ocho años continuados de caídas han logrado aumentar levemente su facturación y cerrar el año rozando los 79 millones, apenas un 1,6% más. "No se debe tanto a un repunte de consumo, que algo se nota, sino al hecho de que el cierre de establecimientos haya llevado a un reparto", señaló Juan Tristán, quien recordó que la recaudación se ha reducido a menos de la mitad desde 2008.


Tristán reivindicó un trato fiscal similar entre las distintas modalidades de juego, ya que los bingos deben tributar un 42%, las apuestas online, un 25% y las deportivas, un 10%. "En nuestro caso, al problema de la crisis se une la alta tasa que pagamos. Y no hay que olvidar que los que verdaderamente generan empleo son las salas de bingo. No hay ninguna con menos de 30 puestos de trabajo directos", aseguró.


El que no levanta cabeza es el casino, que sigue en caída libre. Si las apuestas en 2010 alcanzaban casi los 20 millones, en 2015 se redujeron de nuevo y apenas superan ya los 9 millones.

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