Rescatadas cuatro personas en tres aludes en el Pirineo aragonés tras las nevadas

Un hombre resultó lesionado en la avalancha registrada en Chía y otro en la ocurrida en Astún. Dos jóvenes que esquiaban en una zona cerrada de Candanchú salieron ilesos.

guardia Civil  En la sierra de Chía. Especialistas de la Guardia Civil de Benasque auxiliaron a un alpinista lesionado en el alud de la sierra de Chía. Fue transportado en camilla a un punto donde lo pudo recoger el helicóptero.
guardia Civil En la sierra de Chía. Especialistas de la Guardia Civil de Benasque auxiliaron a un alpinista lesionado en el alud de la sierra de Chía. Fue transportado en camilla a un punto donde lo pudo recoger el helicóptero.
Guardia Civil

Cuatro personas fueron rescatadas ayer en tres aludes registrados en distintos puntos del Pirineo aragonés debido a la inestabilidad de la nieve caída da durante la noche del viernes al sábado y al viento.


En uno de ellos, un esquiador que fue sepultado por la nieve en la zona de Astún, fue trasladado al Hospital de Jaca con síntomas de hipotermia. Otro, un alpinista de 31 años, sufrió una contusión lumbar por una colada ocurrida en la sierra de Chía y fue evacuado al Hospital de Barbastro. En Candanchú, dos jóvenes que esquiaban fuera de la zona balizada quedaron atrapados por la nieve, pero fueron rescatados ilesos con medios propios de la estación.


El primero de los sucesos se produjo a las 8.30 en el centro invernal de Astún, en una zona fuera de pistas. El director de márquetin del complejo, Andrés Pita, explicó que el esquiador había traspasado una zona cerrada, lo mismo que otros dos que iban tras él. El paso de los tres deportistas provocó un "pequeño" alud y atrapó al primero de ellos. El hombre pudo salir por sus medios y llegó a la base de la estación, pero allí perdió el conocimiento, indicó Pita. Primero se le trasladó al centro médico y después al Hospital de Jaca con síntomas de hipotermia, informaron desde el Gobierno de Aragón.


El segundo de los aludes se registró a las 12.30 en la estación de Candanchú. Dos jóvenes que esquiaban fuera de la zona acotada, precisamente por peligro de avalanchas, quedaron sepultados. Enseguida acudieron los equipos de rescate del centro invernal. Cuando llegaron, uno de ellos ya había salido por sus medios y ayudaron al otro. Ambos fueron trasladados a la enfermería, donde les hicieron un chequeo para comprobar que estaban en perfecto estado.


El 112 recabó el auxilio de los perros especializados en rescate de la Guardia Civil y los canes de búsqueda del parque de Bomberos de Sabiñánigo, pero su actuación no fue necesaria. El director de Candanchú, Pere Gómez, explicó que desde primera hora de la mañana de ayer se alertaba a los numerosos esquiadores del riesgo de aludes fuera de las zonas balizadas. "Ha sido en la zona de la Tuca, en la pista Quebrantahuesos, que estaba cerrada por peligro de avalanchas debido a que el manto está todavía inestable", señaló.Sepultados parcialmente

El tercero de los sucesos se produjo en la Sierra de Chía, en la comarca de la Ribagorza. A las 12.45, la Guardia Civil recibió aviso de que un grupo de excursionistas que hacía una ruta de alpinismo había sido arrastrado por un alud y los había enterrado parcialmente. Uno de ellos sufrió lesiones en la espalda. Hasta el lugar se dirigieron agentes del Greim de Benasque, en vehículo oficial porque el viento impedía despegar al helicóptero.


Inmovilizaron al herido y lo llevaron en camilla hasta un punto donde la aeronave pudo parar, ya que finalmente salió con un médico del 061. En varios viajes, el aparato recogió al lesionado y a los guardias. El herido, un vecino de Vitoria de 31 años, fue evacuado en ambulancia desde la helisuperficie de Benasque hasta el Hospital de Barbastro.


Por otra parte, guardias del Ereim de Panticosa Civil auxiliaron a una mujer que se lesionó una rodilla cuando hacía esquí de travesía en el pico Arroyets, cerca de los ibones de Anayet.

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