El presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, ha considerado que el acuerdo "in extremis" alcanzado por Democracia y Libertad y la CUP en Cataluña era "previsible" pero supone "una vuelta de tuerca más a la sinrazón, la insensatez y la actitud delirante" de algunos políticos catalanes.

Lambán, en declaraciones a los medios de comunicación el día después de que el parlamento catalán invistiera al independentista Carles Puigdemont como presidente de la Generalitat, ha estimado que los propios intereses electorales de la CUP y de DiL hacían "absolutamente impensable" la convocatoria electoral y por eso era "razonable" que ambos llegaran a un acuerdo.

No obstante, ha considerado que con los últimos acontecimientos "se está desafiando al sentido común" y ha calificado de "absolutamente impropias" las declaraciones del expresidente Artur Mas cuando aseguró que lo que no se había conseguido con los votos en las elecciones autonómicas de septiembre se había logrado con la negociación.

El nuevo gobierno independentista, según el presidente aragonés, aboca a Cataluña a un "callejón sin salida" y obliga al Gobierno de España "a reaccionar".

El PSOE ya ha ofrecido al presidente del ejecutivo central en funciones, Mariano Rajoy, "todo su apoyo" para aplicar la ley, pero Lambán ha advertido de que sólo con su aplicación no se resuelve el problema en Cataluña y que encima de la mesa hay que poner "soluciones políticas".

La solución que "cada día" se adivina como la "única posible" es la reforma de la Constitución, ha apuntado Lambán, quien también ha considerado que el PSOE podrá entenderse "bien" con Podemos e IU ante el "gravísimo problema" que le plantea a España el independentismo catalán.

Y está convencido, "por difícil que pueda parecer en este momento", de que también se podrá llegar a un acuerdo con Ciudadanos.

Aunque una de las líneas rojas de Podemos para apoyar al PSOE en un hipotético gobierno de España es la celebración de un referéndum en Cataluña, Lambán no lo percibe con un escollo insalvable.

En este sentido, ha recordado que el PSOE tuvo "discrepancias" en esta línea con su partido "hermano" en Cataluña, el PSC, que finalmente se dio cuenta de que este camino "no llevaba a ninguna parte" y que debía de ser sustituido "por el abordaje sincero y real" de la reforma constitucional.

Para Javier Lambán, Rajoy ha sido un "cómplice pasivo" de esta situación y por eso ha dicho que es un "contrasentido" que ahora el PP invoque la necesidad de contar con el apoyo del PSOE para hacer frente a los problemas de Cataluña, porque es Rajoy, y el PP, uno de los responsables de que se haya llegado a esta situación, ha asegurado.

Ha insistido, de cara a la negociación para formar gobierno, en que hay que buscar acuerdos porque la repetición de las elecciones sería "un fracaso rotundo" de la política española.

Pero ha añadido que el PSOE ya ha dicho "con toda claridad" que no va a facilitar la presidencia para un partido que es "causante de los destrozos de los servicios públicos", que tiene pendientes de resolver "muchos problemas de corrupción" y que está dirigido por una persona "afectada por complicidad pasiva en el asunto más grave de los últimos años, el caso Bárcenas".

Respecto a la situación interna del PSOE, ha reconocido que los socialistas, tras las elecciones de diciembre, vivieron una semana "auténticamente tormentosa" y "desafortunada en todos los extremos", en la que "se cometieron muchos errores".

No obstante, ha presumido de tener un candidato y un secretario general, en referencia a Pedro Sánchez, del que todo el partido se siente orgulloso, aunque ha alabado también a personas como Susana Díaz, unos de los principales referentes institucionales del partido hoy día.

Lambán, sin embargo, ha rehusado decir si apoyaría a Sánchez como candidato en el caso de que haya que repetir las elecciones.

El PSOE, que es un partido "a veces hasta excesivamente democrático", tendría que convocar unas nuevas primarias. Y en ese momento Lambán, como secretario general de los socialistas aragoneses, mantendría una "exquisita equidistancia" y no se pronunciaría, ha asegurado.