El soriano preso en Perú está "muy mal de salud"

La Fundación +34 visita la cárcel de Piedras Gordas donde residen 145 españoles y la tuberculosis "está a la orden del día".

La Fundación +34 visita la cárcel de Piedras Gordas donde residen 145 españoles y la tuberculosis «está a la orden del día» ============
La Fundación +34 visita la cárcel de Piedras Gordas donde residen 145 españoles y la tuberculosis «está a la orden del día» ============
Fundación +34

"Le queda un año hasta lograr un régimen de semilibertad, pero después tampoco podrá salir del país hasta que termine la condena. De salud no está bien y en Piedras Gordas II, la cárcel donde está recluido, en el distrito de Ancón, la tuberculosis está a la orden del día". Así resumió Javier Casado, el presidente de la Fundación +34, la situación del soriano que está preso en Perú, y con el cual estuvo personalmente la pasada semana. Ya lleva en el penal peruano cuatro años y medio.


Miembros de la Fundación +34 viajaron el pasado día 13 a Perú con el objeto de visitar a los españoles detenidos en las cárceles, principalmente, pero también a tantos compatriotas que hacen esfuerzos por sobrevivir en el país andino. "Sólo en Lima hay 20.000 españoles dando vueltas. Algunos en situación muy precaria. Verlos en las cárceles es duro, pero verlos pasando hambre en los comedores sociales tampoco resulta demasiado agradable".


Respecto al soriano que está en Perú encarcelado por un delito menor relacionado con las drogas, Casado reconoció que está "muy mal de ánimo".


"Su situación es la de tantos otros que están desesperados porque no se cumple la ley 30.219, que dice que un ciudadano extranjero con un tercio de la condena cumplido y con el billete de vuelta comprado será expulsado de Perú. Pero esta ley no se cumple con ninguno de los presos y son más de 80 españoles precisamente en esa situación".


En particular este preso soriano sí cuenta con una familia que le pagaría el billete de vuelta a España. Sin embargo, como no se le da esa opción, tendrá que soportar un año más el internamiento en la cárcel para pasar después a un estado de "semilibertad" en que además de que no podrá salir del país, tampoco podrá trabajar. "Realmente es otra forma de condena", manifestó Casado.


Según explicó, la familia no le ha ido a ver, pero eso es lo más común en estos casos. "Nosotros podemos conseguirles a los familiares un permiso para que accedan a un preso determinado, pero los retenidos suelen estar tan mal, tan realmente mal, que no quieren que nadie los vaya a ver. Es un bajón encontrarse con ellos y mucho más cuando uno es familiar, obviamente".


Junto a este soriano, en el penal de Piedras Gordas II, hay otros 140 españoles, "y el más gordo pesará 45 kilos", ilustró Casado. La tuberculosis, además, está muy extendida.


"La situación de pobreza es tal que llevé unos periódicos y se pegaban por ellos. Y no por leerlos, precisamente. En principio por tener algo con qué protegerse del frío".

En este viaje los miembros de +34 han llevado medicamentos, prensa, polvorones, ropa…Un niño en el infierno

Pese a lo que han visto en este viaje, Javier Casado afirma que una presencia superó con creces a cualquiera de las otras en dramatismo. Y es que los miembros de la fundación descubrieron a un niño de dos años y medio en la cárcel de mujeres, hijo de una presa zaragozana. Lo cual les generó un enorme impacto y también incredulidad.


La abogada de +34 se ha puesto en marcha y trabaja en este caso porque lo habitual es que con tres años y medio separen a los niños de sus padres y los trasladen a orfanatos en situaciones igualmente lamentables o aún peores. "Cuando vi al niño no lo podía creer. Casi un bebé de dos años medio. ¿Qué hacía allí? Era la primera vez que probaba un polvorón. Me eché a llorar cuando salimos", narró Javier Casado.


Aunque las cárceles de mujeres no son tan sórdidas como las de los hombres, añadió, es fácil deducir que una cárcel no es el lugar ideal para un niño. Y su futuro despierta una gran angustia entre los miembros de la fundación.Emigración masiva

Como publicó HERALDO recientemente PP, PSOE, Ciudadanos, Podemos y Grupo Mixto se pusieron de acuerdo hace escasas semanas para votar juntos una Proposición No de Ley en las Cortes regionales e instar al Gobierno para garantizar el respeto de los derechos humanos de los presos en las cárceles extranjeras. También para tratar de que estos presos, muchos de ellos en situaciones muy complicadas, cumplan su condena en España.


Detrás de esta iniciativa está la Fundación +34, que nació hace año y medio en Valladolid, y que aspira a que una medida similar se apruebe en todos los parlamentos regionales del país.

De los 1.547 españoles encarcelados en el exterior, 1.165 lo están por tráfico de drogas y la gran mayoría no tiene antecedentes penales. "Están casi todos en cárceles de Latinoamérica, a causa de la crisis fueron utilizados como mulas", explicó Javier Casado.


La fundación que él preside se ocupa sólo de estos casos, delitos menores, y no de delitos de sangre ni violaciones.


Próximamente miembros de la organización viajarán a Colombia, muy probablemente a finales de enero, con la convicción de que volverán a enfrentarse a situaciones muy extremas.

En la Fundación +34 destacan que "con la crisis salieron españoles como nunca antes se había dado". Una cifra que se sitúa en las 730.000 personas y que creen puede incrementar paulatinamente el número de españoles presos en el exterior.

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