Sánchez solo negociará con Podemos si antes renuncia al referéndum

El líder del PSOE garantiza que no intentará formar Gobierno "a cualquier precio".

El Comité Federal del PSOE ha aprobado por una amplia mayoría una resolución que permitirá al secretario general, Pedro Sánchez, intentar formar gobierno con Podemos y otros partidos de izquierda si garantizan la unidad de España y renuncian a un referéndum de autodeterminación en Cataluña.


Después de que Sánchez y los barones consensuarán el texto en la víspera, cuando parecía lejano el acuerdo, el Comité Federal lo ha refrendado al término de una maratoniana reunión de seis horas que, aunque tenía como único punto el de los pactos, ha estado también marcada por la delicada situación del partido y del liderazgo de Sánchez.


La resolución deja claro que el PSOE no apoyará la investidura de Mariano Rajoy, ni de ningún otro candidato del PP, y que solo en el caso de que los populares no consigan una mayoría, será cuando Sánchez tratará de fraguar un consenso para llegar a la Moncloa.


No obstante, en su intervención ante el Comité Federal, el candidato socialista se ha comprometido a que no intentar formar gobierno "a cualquier precio" y que no negociará ningún acuerdo que ponga en peligro la integridad territorial de España.


"La autodeterminación, el separatismo y las consultas que buscan el enfrentamiento sólo traerán mayor fractura a una sociedad ya de por sí dividida. Son innegociables para el PSOE y la renuncia a esos planteamientos es una condición indispensable para que el PSOE inicie un diálogo con el resto de formaciones políticas", señala la resolución.


La presidenta andaluza, Susana Díaz, se ha felicitado del mandato dado a Sánchez para poder negociar con Podemos.


"Antes de sentarnos a negociar, tiene que renunciar Pablo Iglesias a su referéndum vinculante en Cataluña. Ha quedado claro", ha dicho tajante Díaz a los periodistas al término de la reunión.


Si Rajoy es incapaz de ser reelegido presidente, Sánchez ha reivindicado su "legítima responsabilidad" de buscar una nueva mayoría "progresista y de izquierdas" para conformar un gobierno "firme y estable". "No vamos a buscar ni cordones sanitarios, ni líneas rojas, ni trincheras, ni atalayas", ha prometido el secretario general.


Sánchez ha remarcado que no lo hará "a cualquier precio", sino desde el diálogo, defendiendo el interés de España y tendiendo "la mano abierta a derecha e izquierda, a nuevos y a clásicos".


"Vamos a estar a la altura de la lección democrática que han dado los ciudadanos, no vamos a caer en la resignación, ni en el maximalismo, no vamos a ser cobardes ni extravagantes", ha resumido.


Pese al 'permiso' concedido a Sánchez para poder negociar con Podemos si Rajoy no es investido, diversos dirigentes han mostrado sus recelos de que el PSOE, con tan solo 90 diputados, pueda gobernar sosteniéndose en varios partidos.


El más expresivo ha sido el presidente de Castilla-la Mancha, Emiliano García-Page, quien entre que haya nuevas elecciones o que Sánchez sea presidente, se ha inclinado por la primera hipótesis.


"Caben las dos opciones. Quizá hoy es más probable que haya segundas elecciones, pero es una pregunta, más que hacérnosla a nosotros, hay que hacerla a otros actores políticos", ha opinado García-Page para hacer ver que depende de la actitud de Podemos.


El presidente de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig, ha reconocido que ve "muy difícil un cambio de izquierdas en España" porque "no dan los números".


PSOE (90) y Podemos (69) suman 159 escaños, por lo que para llegar al listón de la mayoría absoluta (176), necesitaría el respaldo de otros partidos, como IU, PNV y ERC.Elecciones la última opción

Según Sánchez, las nuevas elecciones serían "la última de las opciones" y provocarían un "bloqueo político" que "es lo más dañino" para España. Consciente del malestar de muchas federaciones por el mal resultado de las elecciones, Sánchez ha hecho autocrítica al admitir que el PSOE no puede conformarse con quedar segundo.


"No lo logramos y asumo toda la responsabilidad", ha confesado el secretario general.


Sin embargo, en caso de otros comicios, Sánchez ha anunciado ante los barones que su aspiración es repetir como candidato y que pugnará en unas primarias si se presentara otro rival.


El Comité Federal ha dejado en el aire la decisión sobre la fecha del congreso ordinario previsto para finales de febrero o comienzos de marzo, en el que los socialistas deberán dilucidar la continuidad de Sánchez como secretario general.


Las federaciones de Asturias, Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana y Canarias han defendido en la reunión que el congreso sea "cuando toca", lo que también apoya Susana Díaz, si bien no lo ha expresado en su intervención ante los cargos del partido.


Sánchez les ha replicado que convocará el cónclave "cuando lo crea conveniente la dirección federal de acuerdo al interés general y al contexto político".


Para la dirección del PSOE, teniendo en cuenta que España se enfrenta al periodo político más complejo que ha vivido desde 1982, lo "más apropiado" sería convocar el congreso al frente del partido "un par de meses después" de que España tenga presidente.

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