Las herederas de Arturo Beltrán venden el edificio del Gran Hotel

La sociedad zaragozana Inmobirent compra el inmueble para ampliar su negocio de alquileres. NH seguirá explotando el establecimiento, por el que paga una renta anual de 900.000 euros.

El Gran Hotel lleva prestando servicio a los viajeros que llegan a la ciudad desde 1929.
El Gran Hotel lleva prestando servicio a los viajeros que llegan a la ciudad desde 1929.
Guillermo Mestre

Las hijas y herederas del empresario zaragozano Arturo Beltrán, fallecido hace un año y medio, han cerrado la operación inmobiliaria del año en la capital aragonesa: la venta del edificio que ocupa el Gran Hotel de Zaragoza por casi 20 millones de euros. La nueva propiedad es la sociedad Inmobirent Aragón, perteneciente a la familia zaragozana Sánchez, que amplía así su cartera de propiedades que dedica al alquiler con uno de los inmuebles de referencia de la ciudad.


Los términos del acuerdo, sujeto a un contrato de confidencialidad, solo afectan al cambio en la titularidad del edificio y en ningún momento al uso de este, arrendado a la cadena NH. De hecho, la rentabilidad de esta operación se basa precisamente en la renta que garantiza la cadena, que tiene un contrato vigente desde 1985, de obligado cumplimiento durante los próximos diez años y cuyo vencimiento se alarga hasta 2030.


El grupo NH ha apostado por el Gran Hotel y acometió este año su reforma como uno de sus establecimientos de alta gama, dentro de su marca NH Collection, sin variar su categoría oficial de cuatro estrellas. Las obras se alargaron ocho meses, justo cuando se desarrollaban las negociaciones de venta del inmueble, de casi 10.000 metros cuadrados de superficie y ubicado entre las calles de Joaquín Costa, Isaac Peral y Felipe Sanclemente.


La cadena no solo se hace cargo de las mejoras, sino del propio mantenimiento del edificio, que ocupa íntegramente y por el que paga una renta fija anual de 900.000 euros más un canon variable sobre la facturación cuando esta supere los 4,7 millones. La propiedad solo debe correr con el pago del impuesto del IBI, que implica un desembolso de 58.000 euros, según fuentes conocedoras de los términos de la negociación.


La familia Beltrán puso a la venta el edificio tras el fallecimiento del empresario y ficharon a la consultora internacional Knight Frank para colocar parte de sus activos inmobiliarios en Aragón, que se han ofrecido a inversores españoles durante los últimos meses.


La compraventa del Gran Hotel se acordó finalmente hace unas semanas con una de las sociedades de la familia Sánchez, Inmobirent Aragón S. L., una inmobiliaria dedicada al alquiler por cuenta propia. El fundador empezó hace treinta años a comprar, fundamentalmente, locales en Zaragoza, aunque también tiene propiedades en otras ciudades, como es el caso de Madrid. La familia Sánchez también tiene intereses en el sector del automóvil y de las motocicletas.

Movimiento en el sector

La sociedad Inmobirent Aragón ya intentó adquirir los dos locales más importantes que han salido a la venta en Zaragoza en los dos últimos años. El primero fue la antigua sede de la Dirección General de Tributos, con fachadas al paseo de la Independencia y las calles de Casa Jiménez y Ponzano, que la DGA sacó a subasta en el verano de 2014. En este caso, se lo quedó el grupo aragonés Bancalé, liderado por el empresario Juan Fabre, por 7,5 millones de euros.


La nueva propiedad acaba de vaciar este inmueble (tenía una cámara acorazada en el sótano de la época en la que estuvo ocupado por un banco) con el objetivo de facilitar su acondicionamiento al futuro inquilino. Las instalaciones ocupan cerca de 2.000 metros cuadrados, repartidos en cuatro plantas que ahora han quedado diáfanas.


Bancalé, con el apoyo de una empresa especializada, está en negociaciones para fichar un operador importante que rentabilice este activo.


El otro local que despertó el interés del sector fue la antigua sucursal de la CAI situada en la ‘milla de oro’ comercial de la ciudad, en el chaflán del paseo de las Damas y San Ignacio de Loyola. En este caso, Ibercaja logró venderlo el pasado verano por el doble del precio de salida fijado en la puja, obteniendo finalmente 6,3 millones.


La estratégica situación elevó el precio por esta oficina de 357 metros cuadrados, que ha adquirido la inmobiliaria zaragozana Urbesol, de la familia Salazar y especializada en alquileres.


La inversión se rentabilizó en cuestión de semanas, ya que Urbesol ya ha firmado el contrato de alquiler con el grupo Inditex. La multinacional gallega ha cerrado también el arrendamiento de otros dos en la misma manzana con el objetivo de crear una macrotienda de más de 1.500 metros cuadrados, la mayor del grupo en Zaragoza. Su objetivo es

unirlos con las dos plantas de Zara que ya explota en el paseo de las Damas y que ahora tendrá también fachadas a San Ignacio de Loyola y Pedro María Ric.

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