Manuel López: "El daño que se ha hecho a la Universidad en estos años es reversible"

El rector de la Universidad de Zaragoza anunció hace unos días que presentará su cese en los primeros días de enero, abriendo el proceso electoral para su sustitución.

Manuel López, fotografiado en el Rectorado, en el edificio del Paraninfo de Zaragoza.
Manuel López, fotografiado en el Rectorado, en el edificio del Paraninfo de Zaragoza.
Guillermo Mestre

- La semana pasada, se despidió ya del Claustro. ¿Cuesta decir adiós?

- No, porque han sido ocho años muy intensos de trabajo. He dicho muchas veces, en broma, que desde que estoy yo la universidad cada año ha ido peor. Aclaro que desde el punto de vista económico. Así que no puedo ocultar un cierto alivio cuando pienso que estoy acabando. Además, los dos últimos años he presidido también la Conferencia de Rectores.


- En esa cita, admitió mejoras pendientes, en los másteres o para el personal de administración y servicios (PAS).

- En cuanto a los másteres, no tanto la mejora como el no haber sido capaces de convencer al Gobierno de que sus precios tienen que bajar. Sobre el PAS, he notado que ha habido desánimo de algunos sectores en determinados momentos. Quizá me ha faltado comprender mejor sus necesidades. Pido disculpas.


- ¿Alguna espina más?

- Me he dado cuenta, quizá demasiado tarde, de que tenía que haber puesto más énfasis en las enseñanzas en inglés. Y también lo siento. Pero seguro que se corrige enseguida. Soy consciente de que habrá cosas en las que no habré acertado y no me he dado cuenta.


- En su discurso también justificó aumentar la deuda por la necesidad de infraestructuras. En este apartado, ¿qué ha pasado? ¿Se priorizó mal?

- En absoluto. No creo haberme equivocado en las decisiones adoptadas sobre infraestructuras. La primera fue la del edificio de Bellas Artes de Teruel: o se hacía o había que cerrar, porque son estudios que no pueden impartirse en cualquier lado, tienen unos requerimientos técnicos y de seguridad que exigían inversiones. La segunda fue la de Educación y ya no teníamos un capítulo de inversión. Creo que fue acertado.


- Se lo preguntaba por Filosofía.

- Para empezar una obra en Filosofía teníamos que tener un espacio disponible que utilizáramos de comodín mientras se hiciera la rehabilitación. Y Educación estaba peor que Filosofía, además.


- Los estudiantes le pidieron muchas cosas en el Claustro. Entre ellas, una universidad menos politizada. ¿Lo ha estado?

- ¡No! Que en la universidad hay pensamientos políticos hay que decir con claridad que sí. Y a mucha honra. Sería terrible una universidad en la que no hubiera pensamientos políticos. Pero nadie puede acusar a la universidad de estar politizada o de que no exista una libertad de expresión.


- Entonces, sus desacuerdos con el Gobierno de Aragón en este tiempo, ¿han sido meramente económicos?

- No. Han sido de naturaleza económica, pero nuestra principal reivindicación no era más dinero, sino un acuerdo. Y en el primer mandato lo hubo. En el segundo, el Gobierno empezó diciendo que se respetaría, pero en los primeros presupuestos no se hizo. Entonces, pedimos un nuevo acuerdo. Y se logró. Pero la respuesta formal fueron unos presupuestos en los que se repetían las partidas anteriores. Allí es cuando iniciamos el contencioso. En materia política yo no he tenido ninguna discrepancia con el Gobierno ni podía tenerla: es mi Gobierno, resultado legítimo de unas elecciones, y yo me debo a él. Y lo que lamentaba, precisamente, es haber iniciado un contencioso contra él. Es legítimo, es legal, estaba justificado, pero a nadie le gusta.


- El acuerdo de financiación actual, ¿es su regalo de Navidad?

- Si lo queremos ligar a la fecha, sí. Pero yo mantengo que tenía un acuerdo con el Gobierno, no se cumple, yo demando al Gobierno y vuelvo a tener un acuerdo con el Gobierno. Desde el punto de vista institucional, aunque sea de distinto color, es el mismo Gobierno. Y hoy he podido llegar a un acuerdo que me permite retirar el contencioso y, personalmente, me alegra poder dejar un poco mejor planteada la situación al siguiente rector o rectora.


- Un día llamé para entrevistarle y estaba en Asia. Ha viajado mucho, ¿cómo se ve la Universidad de Zaragoza fuera?

- No se ve mal y además los últimos viajes que he hecho tienen que ver con investigadores de nuestra universidad que son fichados por otras como asesores o profesores visitantes. Esto quiere decir que tenemos talento.


- Pero que la gente se va, también.

- Estos no se van. Están aquí y lo que hacen es tener vinculaciones temporales con otros centros. De todos modos, que un investigador nuestro se vaya a un buen sitio no es malo para mí. Lo que tengo que hacer es no perder el vínculo con él. Y ayudarle y que nos ayude. La movilidad en la investigación es fundamental.


- Se resalta la labor investigadora de la institución, pero ¿hay suficientes medios? ¿Puede hacerse?

- Hemos perdido medios y recursos humanos en estos años, no hay duda. O hemos entorpecido su carrera investigadora. O hemos desanimado su reincorporación desde el extranjero. Pero he dicho muchas veces que el peligro es que el daño fuera profundo e irreversible. Yo ahora creo que es reversible. Hay un cierto aire de cambio a nivel nacional en cuanto a invertir en investigación.


- De irse de erasmus como rector, ¿qué destino hubiera elegido?

- Los sistemas universitarios europeos que me gustan mucho son los de Holanda y Suecia. Pero dudaría entre hacer un erasmus o marcharme a una universidad iberoamericana a hacer algo muy importante: ayudarles a tener más universidad y más conocimiento. Quizá hubiera elegido lo segundo. Pero, por si lo lee mi mujer, no estoy pensando en hacerlo.


- Como rector, ¿qué nota se pone?

- P. A. Progresó adecuadamente.

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